sábado, 22 de marzo de 2025

VALLE DE NASCA: "NO ES LUGAR PARA HOMBRES, ES MORADA DE DIOSES"

 Por Arq. Rodolfo Eduardo Medina.

Si la costa norteña peruana está llena de fantasmas de la historia que corren con los vientos entre las filas de torres metálicas y mustias de alta tensión, y murmullos calcinados por las arenas que besan las montañas grises del próximo horizonte andino, hogar de piedras y adobes confeccionados por antiguos seres resilientes que las alinearon una a una para alzar numerosas pirámides conformando civilizaciones solares signadas en sus futuros por un destino cataclísmico común, luego de haber estado en la cúspide de una organización política y social regional, no te quepa la menor duda que el sur costero, la segunda mitad de la larga costa peruana, resulta ser mucho más interesante aún, siendo relevante la costa del departamento de ICA en cuanto al extenso patrimonio arqueológico, tangible e intangible.

Esta región bañada por costas irregulares, donde sobresale la notable Península de Paracas (la cual merece un capítulo o post aparte), posee una inmensa planicie árida que aleja la cordillera del océano, circunstancia inusual ya que desde Lima está presente en casi en todo el recorrido la muralla andina no tan lejana. Sobre esta planicie, cortada transversalmente por quebradas y valles que descienden de las montañas, se encuentran las reconocidas LÍNEAS DE NASCA.


Cuando abandonas la zona metropolitana de Lima en dirección sur, el mar y las magníficas caletas de balnearios coquetos con casas y conjuntos de edificios color blanco acompañan a lo largo del recorrido de la Panamericana, cuya nomenclatura es ahora PE-1S, mientras el desierto con enormes dunas es el panorama constante sobre el lado oriental de la autopista.


Las grandes montañas de Los Andes se empiezan a alejar al entrar a la región de Paracas y, a la altura de la población de Chincha Baja, la carretera enfila hacia el interior del departamento de Ica, que tuerce hacia el sureste atravesando una vasta pampa arenosa con amplios viñedos, tierra del ocucaje y el pisco.

Esta parte de la geografía aún presenta recuerdos de los estragos ocasionados por el fuerte terremoto acontecido el 15 de agosto de 2007, cuyo epicentro se ubicó muy cerca de la ciudad de Pisco teniendo una duración de 3 minutos y 30 segundos. Las poblaciones de Chincha Alta e Ica, así como las vecindades, exhiben ruinas de numerosas viviendas que colapsaron durante aquel sismo de magnitud 7,9°.
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Luego de atravesar el tejido urbano de la polvorienta ciudad de Ica, y la pampa Gamonal, un extenso territorio plateado y árido, se arriba a una bifurcación localizada en el km 342 de la Panamericana Sur.


Si se sigue el letrero vial que dice "Prohibido" (en dirección de frente), se ingresa al pueblo de San Francisco y continúa la ruta Panamericana vieja. Pocos metros antes de llegar al casco urbano hay un enigmático letrero vial que señala hacia la derecha un camino a la "ciudad perdida" de HUAYURI.


Vale la pena tomar el desvío y transitar un par de kilómetros, para descubrir un fascinante lugar: un yacimiento arqueológico perdido en medio de un pequeño valle entre colinas, las ruinas semienterradas de toda una ciudad contemporánea a los incas.


Este complejo urbano se localiza en la Quebrada de Santa Cruz, en la provincia de Palpa. Se trata de un asentamiento prehispánico del Período Intermedio Tardío (1100 d.C. a 1476 d.C.). Aparentemente tuvo su máximo auge justo después del abandono de las costumbres de la Cultura Nasca, pero antes de la llegada de los Incas en la zona. Sin embargo, se pueden encontrar evidencias culturales que indican que el sitio fue ocupado y usado durante el imperio e incluso durante la Colonia.

Desde una vista aérea resulta fascinante por cuanto se aprecia un sistema laberíntico de construcciones urbanas dentro de una quebrada de orientación oblicua al curso del río Santa Cruz.




Los restos de arquitectura doméstica se extienden sobre unas 15 hectáreas de terreno árido de la quebrada, usando tanto el fondo como las laderas del mismo. El tipo de arquitectura utilizada es aglutinada, es decir, no deja muchos espacios libres entre estructura y estructura. Se dice que es de índole doméstica porque no se han encontrado restos de edificios o espacios cívicos a los que se les pueda asignar otra función.

A pesar de encontrarse bastante a la vista la implantación urbana, y ampliamente cimentada en la memoria colectiva de los iqueños, poco es lo que realmente se sabe sobre sus pobladores, sus costumbres, y el porqué eligieron tan peculiar ubicación para su asentamiento.

Siguiendo con la bifurcación antes mencionada, si se toma hacia la izquierda ("Nazca"), la Panamericana prosigue con un nuevo tramo (bypass) que facilita el descenso al primer valle del sector, el Valle de Río Grande.



Hasta hace pocos años, la ruta vieja de la Panamericana conducía hacia el angosto y derruido Túnel de Palpa y a la peligrosa bajada al valle.


Vista hacia el Valle de Río Grande (imagen superior); durante la bajada por el tramo nuevo de la Panamericana Sur (Km 391).


Al terminar de descender, la Panamericana nueva y la antigua vuelven a juntarse. Casi enseguida, sobre el Km 396 hay un letrero azul indicativo de ingreso a la región arqueológica de las Líneas de Nasca y Palpa, poco antes de cruzar el puente sobre el río Grande y arribar al pueblo homónimo.

Al cabo de dejar el angosto valle se debe vencer una cuchilla que desciende de las laderas del cerro Pinchango, y luego el camino vuelve a bajar a un segundo valle mucho más ancho que el anterior, donde se halla el poblado de Palpa y los cultivos regados por el río Palpa que desciende desde una angosta quebrada que oficia de límite entre los departamentos de Ica y Ayacucho y sube hasta la región alta del Llauta.



Km 400, puente sobre el río Palpa (foto de arriba).

El VALLE DE PALPA marca el inicio del territorio de las Líneas y los Geoglifos. Es precisamente sobre las laderas del lado sur del cerro Pinchango donde se encuentran una grandiosa colección de Líneas y Figuras sobre la superficie inclinada y arenosa. Estas LÍNEAS O GEOGLIFOS DE PALPA, tan enigmáticas como elaboradas como las de Nasca, fueron recientemente "descubiertas" y catalogadas. La mayoría de estas figuras son de carácter más rudimentario aunque más variadas, y casi todas poseen similar escala a baja altura, es decir es posible observarlas a poca distancia y altura del suelo.


Km 409 de la ruta Panamericana. Desde este punto hay un ingreso vehicular hacia un mirador donde se pueden ver varias figuras pequeñas antropomórficas sobre las laderas de la primera fila de cerros (las más cercanas a la ruta son los "Geoglifos de Topará").


Los nombres de los Geoglifos de Palpa más destacables son:

El Tumi.
El Mono.
Las Plantas.
La "Figura Antropomorfa".
El Reloj Solar.
Los Dioses.
La "Familia".
La "Gran Familia Real".
La Espiral.
La Red-Espiral.
El Símbolo Solar.
El Pelícano de Paracas.
La "Tarjeta Perforada".
Polifiguras Amorfas.
El Colibrí de Kosok.
Líneas y segmentos de rectas trapezoidales sobre las laderas y cimas de los cerros adyacentes al Valle de Palpa.


Lo más sorprendente del asunto es que ambos catálogos de "Líneas", las de Palpa y las de Nasca (por ahora los más importantes), resultan ser un par de conjuntos dentro de un grupo aún más amplio que yacen en los cerros vecinos. La realidad es que toda la región se halla adornado con múltiples geoglifos, y constituyen una gran enciclopedia todavía inexplorada en su mayoría, con iconografías cada vez más inquietantes y con más interrogantes que las conocidas "Líneas de Nasca".

Así pues, más allá del Valle de Palpa, la ruta vuelve a transitar una zona desértica, donde aparecen de forma dispersa, más desconcertantes geoglifos; algunos de ellos ya poseen nomenclatura propia, pero muchos otros aún se hallan sin bautizar:

Geoglifos de Topará
El "Laberinto".
La Orca.
El Colibrí de Palpa.
La "Mandala" o Cruz de Palpa.
El "Ocho" del Desierto.
La Gran Espiral.
El Pelícano de Palpa.
Líneas A.
Líneas B.
Líneas C.
(Sin nombre).
La "Gaviota".
Las "Personas".
El Flamingo.
Otra Nasca Orca.
El Telar de Bogotalla.
Otros geoglifos extraños sin nomenclatura.
Líneas y segmentos de rectas trapezoidales sobre los cerros adyacentes de El Ingenio.


Km 411, cerca del Parque Turístico de Changuilla, donde se abre un desvío vial a la cercana población de Changuilla.


A continuación, sobre el Km 416, la Panamericana entra en un tercer valle conocido como Changuilla y El Ingenio (foto de arriba), atravesado por el río El Ingenio, el cual, unos kilómetros más abajo, se une con el río Grande que proviene del primer valle. Este valle resulta ser el límite septentrional donde se encuentra asentada la vasta Meseta de Jumanauno de los lugares más áridos del planeta donde se encuentran las Líneas de Nasca, a una altitud promedio de entre 330 a 600 m.s.n.m.


Luego del puente San José hay un poblado -La Pascana o San José- donde se ubica el Museo de María Reiche, Km 421, (con un muro perimetral color beige y terracota), lugar desde donde la ruta nuevamente asciende por una pequeña quebrada transversal hasta nivelarse sobre la planicie donde se encuentran "dibujadas" las LÍNEAS O GEOGLIFOS DE NASCA, como si se tratase de un gigantesco lienzo geológico.

Sobre este gran lienzo se pueden ubicar tres tipos de escala de dibujos o glifos:

  • Líneas y dibujos que se pueden visualizar a pocos metros de altura.
  • Rectas trapezoidales y figuras complejas que se pueden reconocer a mediana altura (a vuelo de avioneta o globo aerostático).
  • Líneas rectas y convergentes, a gran altura (a 9.000 metros o más de altura).

En este punto, la ruta inicia una cuesta ascendente a través de una pequeña quebrada que forma parte de la ladera norte de la meseta de Jumana, al cabo de la cual y luego de una curva cerrada, se accede al plano del emplazamiento de las Líneas de Nasca. Apenas la Panamericana entra a la pampa, es posible ver desde el aire un sinnúmero de líneas y rectas gruesas con distinto grosor que se intersectan entre sí de una manera caótica. A ambos lados de la ruta hay letreros que indican la prohibición de no ingresar y caminar hacia las tierras. En muchos casos es difícil distinguir dónde está la superficie propia de una línea o figura debido a la escala y a la posición de perspectiva a nivel peatonal.

Al efectuar una toma satelital, podemos ver la meseta de Jumana con estas características:


Imagen obtenida por el satélite de la NASA, ASTER, el 22 de diciembre de 2000; abarca un área de 18x14 km.

El valle que se ve hacia el norte (parte superior de la imagen), con diversos campos de cultivos, es el Valle de Changuilla (que va hacia la izquierda) y el Valle de El Ingenio (orientado hacia a la derecha). Justo sobre el espacio que ambos valles se estrechan debido a las montañas, corre la ruta Panamericana PE-1S, cuya línea inclinada y recta va en dirección hacia la mitad del lado derecho de la imagen.

Sobre la porción central de toda la imagen discurre el gran lienzo donde están estampadas sobre la tierra la mayoría de las figuras emblemáticas de Nasca, entrelazadas con las líneas y rectas llenas que, a su vez se entrecruzan. Acá se puede visualizar dos de las líneas más sobresalientes y extensas, que aparecen en un tono más blanco y forman una cruz (de este par de líneas me referiré más adelante). Al este de esta "cruz" se encuentra proyectado un trazado aluvial de un importante y antiguo lecho de río, cuyos afluentes bajaban desde el sistema montañoso ubicado en la parte superior derecha de la imagen. En cambio a la izquierda de la toma aérea se aprecian múltiples quebradas aluviales que descienden hacia el valle del río Nasca (límite occidental de la meseta de Jumana).

Ahora, si nos acercamos con un zoom hacia la parte de la imagen satelital, donde justo inicia la rectitud de la ruta Panamericana sobre la pampa, y extraemos una toma de ese pequeño sector (que aparece como un pequeño triángulo, señalado con una flecha dibujada en color rojo), podemos ver el siguiente detalle que parece una obra de arte:


La pequeña área extraída de la foto anterior corresponde a una toma aérea del sector contiguo a la ruta Panamericana (la cual se ubica diagonal sobre la esquina inferior izquierda pero fuera de la imagen). La foto posee un ancho horizontal de 350 metros, donde se observa con nitidez la impresionante profusión de líneas, retículas y campos de tipo trapezoidal con distintos ángulos.

Una circunstancia lamentable es que la ruta de la Panamericana se construyó precisamente en medio de una zona con líneas y figuras. Esto se debe a que cuando se la proyectó aún no se tomaba en cuenta la importancia histórica y arqueológica del yacimiento de geoglifos existentes en la zona. Para colmo, a un par de kilómetros del letrero de señalética verde que avisa la zona como las "Líneas de Nazca", se instaló una torre metálica como mirador turístico, de unos 13 metros de altura, para observación de tres geoglifos cercanos. El valor para acceder a la vista panorámica es de 6 Soles por cráneo.


Como se ve en la imagen de arriba, tomada a vuelo de avioneta, el trazado de la Panamericana pasa muy cerca a una de las principales figuras emblemáticas e iconográficas de Nasca.

Otro punto muy lamentable por cierto, acerca de las figuras, más que nada de las que están próximas a la ruta, es la vulnerabilidad de ellas frente al ingreso libre de vehículos y personas que con sus huellas dañan irremediablemente los trazados de las Líneas. Y es que el tipo de suelo de la meseta, aunque posee una condición estratigráfica favorable para la preservación de las Líneas, resulta ser bastante simple en la conformación de los surcos con que se arman las mismas.



En el ejemplo de arriba, suscitado en el 2018, un camión dejó la ruta vial, violó el espacio catalogado como patrimonio intangible de la humanidad y rompió el trazado interior y adyacente de una figura, dejando rastros profundos en unos 100 metros. Este tipo de actos vandálicos resultan ser muy comunes sobre el territorio peruano.
El 21 de enero de 2024, también otro geoglifo magnífico, el Candelabro de Paracas, fue afectado por un sujeto que corría motocross en el sector!

Por esa razón y por la evidente falta de una categórica legislación que penalice con rigor, se han cometido muchos actos de barbarie, atentados y sustracciones, que han afectado diversos emplazamientos arqueológicos de importancia.

Volviendo al tema, sobre esta torre-mirador (Km 420 de la PE-1S), solo nos quedan 20 km adicionales para arribar a las puertas de la ciudad de Nasca, ubicada justo al final de la planicie. Saliendo desde Lima, en trayectoria directa, habremos empleado unas 6 horas en llegar hasta acá.

Ahora bien, de dónde viene y cómo fue descubierto semejante lugar?


NASCA O NAZCA? NO, NASQA.

Cuál es la grafía correcta de esta voz a todas luces quechwa? Según el portal alemán "Runasimi", NASQA sería el verdadero nombre de la lengua que todavía habla más de la mitad de la población peruana. Nasca es la castellanización de la voz quechwa "Nasqa", la misma que hace referencia a un pueblo del Perú sometido por el príncipe Ruka, hijo de Qhapax Yupanqui Inka. De hecho, esta acepción, tan extendida por todo el Mundo, "Nazca" -la letra "z" no existe ni en quechwa ni en aymará-, es una vulgarización impuesta por los españoles, quizá debido a la dificultad que tenían para pronunciar la "s" de las palabras en estos idiomas nativos, por lo que terminaron imponiendo una grafía importada de Europa.


EL ENIGMA DE LAS LÍNEAS DE NASCA.

Su creación se le atribuye a la civilización Nasca, la cual se desarrolló en esta región entre el 200 a.C. y el 600 d.C., y la primera referencia contemporánea escrita sobre el sitio proviene del cronista e historiador hispano Cieza de León en 1547:

"... por todos estos valles hay arenales con señales para que se atine el camino que han de llevar ..."

Las Líneas de Nasca ya estaban olvidadas hasta que volvieron a ser redescubiertos, muchos años después, por los primeros pilotos peruanos de las líneas aéreas comerciales.

Entonces, el primer investigador interesado en este enigma fue el arqueólogo peruano Julio César Tello, que en 1927 las describió como carreteras sagradas. Pocos meses más tarde, un famoso arqueólogo llamado Toribio Mejia Xespe, también fue informado sobre la presencia de unos misteriosos jeroglíficos o líneas trazadas sobre el suelo de la costa peruana. A pesar de lo interesante que era el tema, no se le dedicó mayor atención que el de clasificar el descubrimiento para su posterior estudio.

Pero fue ese mismo año, que llegó a Perú otro investigador, el doctor Paul Kosok, quien se mostró muy atraído por las expresiones precolombinas, cuando en uno de sus primeros recorridos, al detenerse en lo alto de un cerro, pudo observar líneas multiformes en ambos lados de la carretera, cerca de las montañas.
Grande fue su asombro cuando Kosok, el mismo día del descubrimiento, al proyectar los trazos en su tablero rudimentario, de aquellos supuestos caminos-líneas, pudo ver que uno de los dibujos adquiría la forma inconfundible de un pájaro en pleno vuelo.


Kosok y Reiche.

Kosok es el mismo investigador que estuvo relacionado con el Complejo Arqueológico de Caral. Este personaje entendió que se hallaba silenciosamente esparcido en esos dibujos lo que podía constituir el Libro de Astronomía más Grande del Mundo. La foto de arriba fue tomada durante un maravilloso solsticio de verano alineado con una de las largas líneas, mientras él se encontraba a sus pies.

Para el año de 1945, Kosok regresa a su país, no sin antes sugerir a la investigadora de origen germana, María Reiche Neumann (1903-1998), quien le había asistido en sus investigaciones, continuar con el estudio y el relevamiento de los dibujos que él había empezado a descifrar. Desde entonces, María dedicaría su vida a esa labor.

Según ella, suman más de cincuenta los geoglifos encontrados en la pampa de Nasca, entre los que se encuentran animales marinos y terrestres, y de naturaleza humana.
Además, al día de hoy hay registradas más de 1.000 líneas rectas, cuyas longitudes alcanzan en ciertos casos hasta más de 5 km). El total de figuras geométricas (rectángulos, triángulos, trapecios, etc) es 227.


Figuras iconográficas representativas de la genialidad artística de los "graffitis" de Nasca.

Entre los geoglifos de mayor tamaño están un pájaro de casi 300 metros de envergadura, un lagarto de 180 metros, un pelícano, un mono, y un cóndor, de 135 metros cada uno, y una araña de 42 metros. Durante las primeras observaciones realizadas por María, comentaba que "hay un ave tan grande que uno puede colocarse en la punta de una de sus alas y no se puede ver ni la cabeza, ni la otra ala, sólo es posible percibir unas pocas líneas sobre el suelo, y se tendría que sobrevolar el área para poder apreciarla en su conjunto... Por el contrario, la figura más pequeña encontrada hasta el momento es una espiral que tiene un diámetro de 3 metros. Además, la espiral más grande documentada es de 80 metros".

Entre los diseños de los animales que se perciben sobre el suelo de Nasca figuran:

Una ballena (1)
Un perro con patas y cola largas (5)
Dos llamas
Un mono (4)
Una araña (7)
El caracol
El gato
Diversas Aves:
cóndor (8)
alcatraz, también llamado flamenco (9)
garza
grulla
pelícano
gaviota
colibrí (6)
loro (10)
Diversos Reptiles:
lagarto, que fue "cortado" al construirse la Panamericana Sur (13)
iguana
serpiente

También hay figuras vegetales, como el Árbol de Huarango (12), además de diversas figuras de espirales de distinto tamaño, y una figura zoomórfica con grandes Manos o pies (11).
Adicionalmente, sobre la ladera de un cerro pequeño, se encuentra en posición vertical con respecto al suelo, la silueta de un humanoide con grandes ojos, conocido como el Hombre Lechuza (3) o también como el Astronauta.


Esquema de ubicación de los Geoglifos más emblemáticos y las Líneas más extensas y sobresalientes sobre la meseta de Jumana. La línea en negrita es la ruta Panamericana, que corta la figura de El Lagarto.


CÓMO ESTÁ CONFORMADO EL SUELO?

Las misteriosas líneas se extienden en un perímetro de 50 kilómetros de longitud y 15 kilómetros de ancho. Dentro de este citado perímetro están comprendidas cuatro pampas en realidad: Palpa, El Ingenio, Nasca, y Socos, localizadas entre los kilómetros 419 y 465 de la ruta Panamericana, como ya vimos. En general, toda la amplia meseta que comprende las pampas, posee una suave pendiente entre 1° y 1,5°.

El suelo de la zona es una de las más secas del Mundo, con un promedio de media hora de lluvia cada dos años. Posee un tono marrón (tipo "tierra quemada"), pero bajo esta primera capa, de unos 2-5 cm de espesor, se esconde un subsuelo de color amarillo claro. Por lo tanto, cuando se camina sobre dicha superficie, las pisadas dejan una extraña y duradera mancha clara que no deja se ser inquietante. Las condiciones de ausencia de humedad ambiental (debido a la altitud) y la ausencia de vientos fuertes, ha hecho posible la conservación notable de los rastros y cicatrices sobre la peculiar tierra.


Vista comparativa de la escala de las "patas" de una de las figuras sobre el suelo, al lado de María Reiche, en una foto de su archivo personal mientras realizaba las tareas de relevamiento.
En los últimos años, se ha destinado personal de dependencias gubernamentales para efectuar labores de remoción y limpieza de los geoglifos.


Analizándolo con mayor detalle, el suelo está compuesto principalmente por rocas volcánicas tipo andesita (90%), rocas intrusivas granodioríticas/tonalitas y siliciclásticas (5%), y varias clases de sedimentos continentales (areniscas, conglomerados, 4%). El color superficial del sitio es entre rojiza y negruzca (salvo donde se hallan trazados los surcos y los senderos); al anochecer esta tierra se torna violácea. No obstante haber experimentado erosión natural durante miles de años, los surcos han soportado bastante bien los embates climatológicos.

Esto se debe a que el suelo también contiene yeso, que al contacto con el rocío matinal ayuda a fijar todo elemento (tierra y piedras) que haya sobre la superficie. Cuando el viento barre la planicie y carga arena, al no encontrar obstáculos que crean corrientes variables, continúa su barrido sin afectar el relieve del suelo, 100 kilómetros más al norte en donde la deposita formando grandes dunas. El tono oscuro del suelo y el inclemente sol forman un delgado colchón de aire caliente que hace disminuir considerablemente la velocidad del viento a unos cuantos centímetros de la superficie, protegiéndola de la erosión.


Como se puede apreciar en el detalle de la imagen de arriba, los surcos pertenecientes al geoglifo "Árbol de Huarango" poseen de forma diferenciada la fijación entre la capa oscura ("costra superficial") y el subsuelo claro. Entre ambos hay una capa intermedia de transición que sería la encargada de la absorción de la humedad, reacción con el yeso, y la fijación positiva. Al fondo a la izquierda aparece la torre-mirador turística.

Estas consideraciones son las que ha propiciado las características naturales muy particulares del terreno, que la hicieron ideal para plasmar las creencias gráficas de los artistas sobre este lienzo.

Geológicamente, existe sobre la meseta una sobreposición de abanicos aluviales consolidados de piedemonte de edad pleistocénica y cuaternaria reciente (últimos 80.000 años). Estos abanicos se encuentran disectadas por torrentes estacionales, con activación esporádica de flujos de detritos provenientes de las montañas ubicadas al este, como ya lo mencioné anteriormente. Estos abanicos suelen padecer huaycos (flujos de lodo) reactivados por los Fenómenos de El Niño más intensos (por ejemplo, los Niños 1982-1983 y 1997-1998 afectaron las quebradas Socos y Urupalla, que descienden hacia el sur).


En la imagen de arriba se aprecia uno de los flujos excepcionales de detritos que atraviesan la pampa desde el costado oriental de la misma. También se visualiza la vía Panamericana Sur que corre en sentido Noroeste - Sureste.

Un estudio más exhaustivo y completo sobre la fisonomía geológica de la pampa nasqueña se puede encontrar en el siguiente enlace:


LAS TEORÍAS PLANTEADAS SOBRE LAS LÍNEAS.


LA HUÍDA DE VIRACOCHA.

Según una vieja leyenda, el dios Kon Tiki Viracocha, hijo del sol y de la Luna, fue el responsable de que el paisaje de la pampa de Nasca perdiera su verdor y se volviera un desierto; que la gente de Nasca, que antes vivía ahí, se tuviera que retirar a los valles vecinos para poder sobrevivir. Se dice que después de recorrer los Andes, creando seres vivientes y formando montañas, Viracocha tuvo que huir de otros dioses -no sabemos porqué-, y buscó refugio en el mar, donde desapareció sin antes prometer volver.

Por ello, los sacerdotes y los jerarcas de los pueblos de los valles cercanos hicieron posteriores peregrinaciones al desierto, donde, a punta de recursos agrimensores, crearon las líneas rectas para utilizarlos como "senderos", y trazaron los triángulos despejados para aglomerarse allí y esperar el regreso del esquivo dios que, a largo plazo, nunca volvió.

Desesperados, los hombres hicieron entonces las figuras de animales, con el ánimo y la idea de que así su dios "los vería montado en su nube"...
Desde entonces, la pampa se habría convertido en lugar de peregrinación, un lugar sagrado donde se podía realizar una forma de "comunicación" entre la Tierra y el Cielo, ya que los nativos creían que con los geoglifos entraban en contacto con su divinidad.


RECUERDOS DEL FUTURO.

Han surgido multitud de conjeturas. Muchas razonadas antropológica e históricamente hablando, otras bordeando la ficción como la de Erich Von Daniken, quien en su libro "La Respuesta de los Dioses", llega a afirmar que se podía tratar de señales y pistas de aterrizaje para naves alienígenas.


Según este autor, quien recopiló información durante sus visitas a Perú desde 1965, unos extraterrestres trazaron pistas en la planicie, sobre las cuales podían aterrizar y volver a despegar. Por lo tanto, se trataría de pistas de aterrizaje de naves espaciales de diferentes civilizaciones y tecnologías, y las figuras una especie de referencias o faros planares, teoría avalada por autores como el ya desaparecido doctor Javier Cabrera, el creador del famoso "Museo de piedras grabadas de Ica", para quien, además de seres de otros mundos, fueron habitantes habituales de la Tierra, de una humanidad primigenia, los autores de las inmensas "pistas" que utilizaban, mediante una sofisticada tecnología, para lanzar sus naves voladoras.

Otro autor reconocido, Juan José Benítez, en su libro "Existió otra humanidad" también explica las Líneas de Nasca como una multitud de pistas de aterrizaje para vehículos aéreos.

Se dice también, que muchas de las figuras de animales, como las aves, fueron diseñadas por los mismos Nasca, en recuerdo de "sus dioses" venidos del cielo; según otra teoría, estos seres del espacio habrían hecho las "pistas", consideradas los trazos más antiguos, utilizando unos conocimientos que después adquirieron parcialmente ulteriores poblaciones de la zona. El "hombre lechuza" sería, en tal caso, uno de estos "extraterrestres"... Lo pusieron allí "para pedirles que regresen".


En vuelo de avioneta se puede observar una de las impresionantes rectas con área trapezoidal en un tramo, y de un paralelepípedo en otro; es como una especie de embudo con pico extendido. Una "pista de aterrizaje"?

Es más, sus atrevidas teorías han dado pie a otras derivadas de la inicial, ya que algunos investigadores han creído ver la figura de un astronauta. Se habla de unos lúgubres y diabólicos hombres lechuza, leyendas populares, que en este aspecto, se tienen pruebas palpables debido a la cerámica Nasca.

Lo que sí es cierto, es que muchos siglos antes del surgimiento del Imperio Inca, se construyeron y realizaron las misteriosas Líneas. Algunos indicios apuntan que las Líneas son parte de las páginas de un libro escrito con un extraño alfabeto; es probable que sea el testimonio gráfico de la forma como aquellos seres con conocimientos superiores dominaron la relación entre los fenómenos celestes y nuestro planeta.

Por otra parte, se sabe fehacientemente que los antiguos habitantes de Nasca realizaban insólitas ceremonias mágico-religiosas en diversas épocas del año. En este sentido, al igual que otras civilizaciones como Caral, se debe asumir que esta cultura poseía conocimientos acerca del cosmos, logrando maestría en establecer posiciones, relaciones y movimientos de ciertas constelaciones, planetas y la propia Tierra.

Actualmente, la teoría de mayor aceptación establecería que estas líneas y geoglifos contendrían un significado ceremonial o religioso, relacionado con rituales agrícolas o calendas astronómicas. Aunque insisto, a la luz de los numerosos descubrimientos e investigaciones en los últimos años en la región, entre las que destacan las enigmáticas momias amorfas tridáctilas del tamaño de un niño pequeño, ciertas "teorías" podrían dar un giro bastante brusco en el próximo futuro.



Curiosamente los textiles y la orfebrería de la región poseen diversos diseños de seres con apariencia "enana", poseedores de tres dedos en las extremidades. Más adelante se citan los recientes descubrimientos de más geoglifos sobre las pampas de Palpa y Río Grande, donde destacan figuras de seres similares en apariencia. 


"HABLAN" LAS ESTRELLAS...

Según esta teoría, la pampa no es otra cosa que el "Calendario Cósmico más grande del Mundo". Desde que Paul Kosok y María Reiche relacionaron las líneas con los solsticios y equinoccios, algunos autores afirman también haber encontrado que muchas de estas figuras señalan alguna constelación, una estrella o, de hecho, marcan un evento celeste acontecido en un momento determinado del pasado. Esto explicaría la infinidad de líneas que parten de puntos concéntricos para dirigirse al horizonte en diferentes direcciones.


Geoglifo de El Mono. Posiblemente sea una especie de mapa de la Vía Láctea y las Pléyades?


EL EXPERIMENTO TEXTIL DE WOODMAN.

El panorama de las posturas hipotéticas que se tejieron acerca del tema se intensificó, a partir del 23 de noviembre de 1975, en la que un vuelo de investigación con un globo de aire caliente, el Cóndor I (de carácter artesanal), concitó la atención de la prensa nacional e internacional. En esa ocasión, la nave se elevó 130 metros y el tiempo suficiente para que los ocupantes observaran con sus propios ojos los "garabatos" impresos sobre la planicie.

De mil maneras se ha intentado responder a la cuestión del "para qué" de las Líneas de Nasca. Y de yapa, como se dice en Perú, la razón por la cual estas líneas y figuras parecen haber sido hechas sólo para que "alguien" las pudiera ver desde arriba.

Esto hizo especular sobre la posibilidad que, si no fueron los nasqueños, otros hombres desconocidos -que poblaron esta región o vinieron quién sabe de dónde- habrían utilizado, en el lejano pasado, alguna técnica aeronáutica que les hubiera permitido observar la pampa desde gran altura; es decir, se las habrían ingeniado para poder elevarse sobre el suelo. Según algunos investigadores, como Jim Woodman, sólo así se explicaría la razón de ser de los gigantescos geoglifos. Este señor, no solo lanzó la teoría, sino que fue del dicho al hecho: diseñó el "Proyecto Nasca", la cual se trató del vuelo del globo anteriormente mencionado, cuyo objetivo fue comprobar cómo se verían las líneas a cierta altura desde un artefacto confeccionado de la manera más rudimentaria como pudieron haberlo efectuado los habitantes ancestrales de Perú, apelando exclusivamente al uso de un combustible simple y natural como lo es el aire caliente.

Pero, por sobre todas las razones, el principal objetivo de Woodman apuntaba a los resultados de los análisis que se habían obtenido de los tejidos elaborados de la cultura Nasca, los cuales fueron realizados en los laboratorios de la firma "Raven", con índices asombrosamente favorables. Mientras que esta empresa, la más moderna del Mundo, fabrica sus dirigibles con materiales textiles de 65 por 35 hebras por centímetro cuadrado, los tejidos de algodón de Nasca eran mucho más densos, pues ellos contenían 75 por 40 hebras por centímetro cuadrado. Incluso, en una de las vestimentas ceremoniales, se reveló una densidad de 80 por 45 hebras!

Con ello se demostró que hace más de 1.500 años los antiguos peruanos ya manufacturaban textiles de una calidad insuperable, y se demostró también que estos textiles podían servir para los propósitos que se había trazado Woodman para demostrar que podía hacer posible una réplica de un globo antiguo y someterla a un vuelo operativo.


Así nació Cóndor I, un globo inflable con forma de una pirámide invertida y base cuadrada, revestida en fibra de algodón, de 25 metros de altura por 25 metros de ancho. La góndola del artefacto era una especie de barquilla de unos 2.50 metros de longitud, fabricada con totora, una hierba acuática que abunda en las márgenes del lago Titicaca y en los humedales de la costa norte del Perú.

Mediante el uso de un dispositivo de propulsión con fuego controlado, semejante al que emplearon tanto los hermanos Montgolfier como el jesuita Guzmao, llenaron la cámara con aire caliente. El experimento fue un rotundo éxito, aunque el vuelo no demoró mucho y empezó un súbito descenso con suerte. Luego del evento, la primera persona en felicitar a Woodman por su hazaña sobre la pampa fue María Reiche, hecho que fue recordado en los libros de Miloslav Stingl, escritor de origen Checo y experto en culturas precolombinas.

El evento de Woodman encendió la fiebre por saber de Nasca y sus Líneas, dando como resultado muchos ensayos escritos de parte de los amantes de la arqueología misteriosa, del realismo fantástico, y los cultores del fenómeno "ovni"; pero también de investigadores serios. Todos ellos han puesto su granito de arena para contribuir con más profundidad el enigma del desierto. Cabe mencionar que prácticamente la mayoría de las investigaciones han tenido como principal referente los apuntes y comentarios de la única experta con su vasta experiencia en observación de la constelación de figuras de Nasca, María Reiche.

Pese a todos los años invertidos por tantos investigadores independientes, hasta la fecha nadie sabe con exactitud quién hizo los geoglifos. Mientras los arqueólogos "oficiales" insisten que las líneas y figuras fueron ejecutadas por la cultura Nasca, hay autores que han recurrido al beneficio de la duda, pues la pampa es una zona deshabitada y sin agua donde, aparte de los dibujos sobre el suelo, no hay rastro de construcción alguna (llámese muros, estructuras volumétricas, ni viviendas); salvo los restos arqueológicos del llamado "Centro Ceremonial de Cahuachi", la presunta capital de los Nasca, emplazada sobre una zona apartada de la pampa y que parece tener poco que ver con los creadores de los geoglifos. Sobre Cahuachi escribiré en otro post.


LA TEORÍA DEL CULTO AL AGUA.

Johan Reinhaed es un gran estudioso de las Líneas de Nasca y para él dichos dibujos se hicieron en honor a los dioses del agua. Explica que en las creencias antiguas de Nasca los cerros eran responsables de la aparición de las lluvias, que llenaban de agua los cauces secos de los ríos en esta árida región. Por lo tanto, las líneas no estarían apuntando (solamente) a puntos en el firmamento, sino que estarían señalando la dirección donde se ubican los cerros tutelares, los generadores pluviales, materia esencial para la economía agricultora de los nasqueños. El planteamiento posee un sólido fundamento ecológico, ya que los ríos nacen de las montañas altas, de los manantiales y de las nieves de Los Andes.

En cuanto a las figuras, éstas representarían a animales que, inclusive hoy en día, los agricultores asocian al ciclo del agua. Tomemos por ejemplo al geoglifo de la araña. Dicho insecto es considerado en la actualidad como presagio de lluvias. Otras figuras, como el cóndor, es tomado en muchas partes del Perú como representación de los "apus", los cerros sagrados.

El motivo por el cual, las figuras y líneas se aprecian mejor desde el aire, es explicado por la facultad que poseían las ancestrales divinidades Nasca de convertirse en aves y volar. En la cerámica local hay gran cantidad de dibujos de dioses alados y otros, que sin tener alas, están en clara posición de vuelo.

Otro argumento que refuerza la asociación entre los cerros y el culto al agua es la existencia de acueductos subterráneos. Los ríos en Nasca son estacionales y permanecen secos la mayor parte del año. Así que, a fin de proveerse de una fuente segura de agua los antiguos habitantes construyeron prodigiosas redes de canales subterráneos que captaban el agua de los acuíferos y napas freáticas del subsuelo y la conducían hasta los campos de cultivo. Dichos sistemas, la mayoría de ellos, funcionan aún en la actualidad: de los 46 acueductos locales relevados, 32 siguen operativos.



Uno de los sistemas acuíferos que abastecían a la región de Nasca, conocidos en la jerga local como puquios, son los denominados ACUEDUCTOS DE CANTALLOC. Fueron creados también simultáneamente con la civilización Nasca. No solo resulta impresionante el ingenio y la complejidad del diseño eficaz, una de las mayores expresiones de la ingeniería hidráulica en Perú y también en el mundo entero, sino también su resistencia: están elaborados para poder resistir terremotos gracias a una leve inclinación de los muros portantes que ayuda a evitar el colapso en caso de sismo.

Estos acueductos, los más conocidos turísticamente hablando (ya que existen varios complejos en el valle circundante), se hallan relativamente cerca del casco urbano de Nasca, a unos 5 km sobre la vía a Puquio.


UN ACERTIJO DE COLORES Y ARCILLA.

Sin testimonios escritos, sin nada que permita relacionar a los Nasca con los trazos del desierto, algunos expertos han creído encontrar pistas precisamente en los miles de fragmentos de cerámica y huacos bien conservados descubiertos en las sepulturas. Aves, plantas, seres antropomorfos, algunos multidáctilos, extrañas serpientes, "cabezas trofeo", peces... son los motivos artísticos que adornan las vasijas más hermosas y alegres del antiguo Perú. Pero, entre toda esta iconografía, hay dibujos en cerámica que resultan muy similares a los inmensos diseños de la pampa de Nasca.

La discusión estriba en que, para algunos autores, el hecho de encontrar este tipo de motivos artísticos entre los Nasca es un indicio de que esta gente fue la creadora de las líneas, en tanto que, para otros, cabe la posibilidad que los anónimos alfareros se hayan inspirado en las mismas figuras del desierto para decorar sus "huacos", como llaman a esta artesanía en el Perú. Lamentablemente, ya que por más que una vasija o un plato aparezca en una tumba, no hay modo de saberlo. Por lo tanto, no cabe duda que los Nasca se llevaron su secreto al más allá y nos dejaron el aforismo de "quién fue el primero, el huevo o la gallina?".


En la foto de arriba, un huaco característico de la cultura Nasca con un dibujo de rasgos similares al geoglifo de La Ballena (Museum fur Volkerkiunde, Viena).


En la foto de arriba, otro ejemplo de vinculación gráfica entre el gigantesco Ave Fénix y una vasija Nasca.

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A lo largo de los años han habido más tipos de hipótesis, actualmente desechadas por cuanto carecen de sustento a la hora de explicar para qué lo hicieron. Solo me limitaré a mencionarlos:

Hipótesis del Árbol Genealógico (María Rostworowski).
Hipótesis de los Caminos Sagrados (Helaine Silverman).
Hipótesis Hidrológica (Stephen Mabbe y Donald Proulx).
Hipótesis del recuerdo del Diluvio Universal (Robert Bast).
Hipótesis Industrial (el lugar era un inmenso telar...).

Hipótesis de los "Narcos".
Aunque es demasiado ridícula hay que mencionarla: recientemente en una de las últimas conferencias de la catedrática Rosa María Rodríguez Gómez, se atrevió a mantener que las líneas no son antiguas y que se trata de pistas y señales para los aviones de los narcos...

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Luego de haber hecho un paneo de las principales hipótesis esgrimidas, y más allá de los orígenes y misterios planteados, la única certeza, es que solamente una persona ha tenido la autoridad suficiente para hablar de las Líneas y los Geoglifos, ya que pasó los 2/3 de su vida estudiando esta inmensa pampa arenal.


LA GUARDIANA DE LAS LÍNEAS: MARÍA REICHE.

En uno de los desiertos más secos del Mundo, una investigadora alemana barrió y estudió las misteriosas líneas sobre la arena, que formaban gigantescas figuras solo vistas por completa desde el cielo. Escoba en mano y llevando una escalera portátil, María Reiche recorrió, midió, y realizó un compendio de casi 50 figuras geométricas y 1.000 líneas, relevadas mediante una cinta métrica, brújula y un sextante, que los llevaba casi siempre en una especie de bolso tejido. Posteriormente utilizó un teodolito para la orientación astronómica.

Quién fue esta mujer?

Nacida en Dresde, Alemania, un 15 de mayo de 1903, estudió matemáticas, física y geografía; también hablaba cinco idiomas (alemán, francés, español, inglés, e italiano). Fue durante su época de escolar cuando vio por primera vez un atlas del mapa de Perú y en él, el lago Titicaca; desde aquel momento la ilusión por viajar y conocer dicho país la acompañaría en los siguientes años de vida.

Poco tiempo después de graduarse en 1928, emprendió el viaje a Perú. Aterrizó en Lima hacia 1932 huyendo de la Alemania Nazi y buscando un futuro que, finalmente, la encontró a ella, pues desde siempre, se sintió atraída por el particular magnetismo de las Tierras Incas.


Traduciendo textos fue cómo conoció a Paul Kosok y las Líneas de Nasca (foto de arriba, ambos jóvenes). En 1941, el propio Kosok le propuso ser su asistente y permanecer en la llanura para estudiar in situ las figuras sobre el suelo del desierto.
En épocas de guerra europea, María atravesó muchas dificultades por su nacionalidad de origen, aunque nunca cesó en su investigación que la tomó como si su vida dependiera de ella.

Se mudó finalmente en 1945 a una choza cercana a la zona para estar lo más cerca posible de su pasión. Vivió cerca de 14 años prácticamente sobre las piedras. Su dieta era muy frugal: fruta, pan integral, limones, chancaca (extracto de caña de azúcar), y chocolate. Utilizaba vasijas de cerámica para llevar agua al desierto. En sus primeros años no tenía luz ni agua y se bañaba en el río El Ingenio, al sur de la ciudad de Nasca, como ella misma alguna vez contó.


Al principio, los lugareños desconfiaban de ella, llamándola "bruja" al verla caminar con una escoba desplazándose por las arenas limpiando los tramos de los surcos, medir y realizar cálculos constantemente.

Manuel Jesús Orbegozo, veterano periodista de un diario limeño, describe así a la dama de Nasca: "alta, delgada, impresionante, con un corte de pelo a lo garzón, con una simple chompa de algodón, una falda descolorida y un par de zapatos de precio ruin".

Más tarde, la bautizaron como "la mujer que barría el desierto", y finalmente, hoy es conocida como "la dama de Nasca" por su labor de investigación, protección, y conservación de las Líneas, justo a tiempo cuando el turismo y las visitas se convirtieron en un riesgo para mantener aquella maravilla.



A lo largo de su trabajo descubrió que muchas de las figuras y líneas dibujadas tenían relación con el calendario astronómico, concluyendo que hacían referencia a ciclos celestiales como el solsticio de verano, así como los cambios climáticos para planificar las cosechas.

Entre las figuras que relevó por primera vez, sobre todo destacaban formas de animales, como el Mono que, según lo que ella pensaba, representaba la Osa Mayor. Acerca de la figura del Flamenco, la investigadora afirmaba que, si alguien se colocaba en su cabeza en las mañanas del 20 al 23 de junio y seguía con la mirada la dirección del pico, podría observar la salida del Sol tras uno de los cerros notables del paisaje: este hecho marcaba el solsticio del invierno meridional.

La estudiosa luego describe, de igual forma, el solsticio del verano meridional, el día considerado el más largo del año, cuando habla de otro fenómeno que ella misma analizó y transcribió de acuerdo a lo siguiente:

"El 21 de diciembre, el sol baja al lado de dos líneas. Dentro de los siglos I y VI a.C. el sol bajó por un tiempo exactamente sobre la línea de la foto 1. Si ésta hubiese sido utilizada para la observación del solsticio, tendría que haber sido dentro de este intervalo. También puede haber sido observado el último punto de luz, entonces esta línea pertenecería a un tiempo entre 350 y 950 a.C. La línea de la foto 2, observándose al sol al tocar el horizonte, podía haber marcado el solsticio entre 800 y 1400 a.C. la segunda línea. La segunda posibilidad de una observación del último punto de luz, tiene que descartarse habiendo éste recién ahora llegado a coincidir con la línea. Vistos contra la luz, los bordes de las líneas parecen irregulares; sin embargo, es posible fijarlos dentro de un margen de cinco centímetros. Los largos de las dos líneas son 800 y 425 metros".


Foto 1.
Durante el solsticio de verano descrito por María. El señor que posa junto a la línea es Paul Kosok.


Foto 2.
El sombrero de María. El segundo solsticio de verano descrito en el párrafo arriba, por María (ambas fotos son extraídos de sus análisis impresos en su libro "El Secreto del Desierto" (1949).
Para lograr esta toma, la autora de la misma colgó su sombrero de un palo, como para señalar la línea en medio de la penumbra del crepúsculo.


QUÉ ES UN SOLSTICIO, UN EQUINOCCIO, Y UN ORTO?

Solsticio es una voz latina (solstitium) que hace referencia a la época en que el Sol se halla en uno de los dos trópicos, lo cual sucede del 21 al 22 de junio para el de Cáncer (Norte), y del 21 al 22 de diciembre para el de Capricornio (Sur).
Esto se produce por la forma como el Sol "se mueve" (en realidad es la Tierra moviéndose en torno al Sol): el solsticio de invierno hace en el hemisferio boreal que el sea día menor y la noche mayor del año, y en el hemisferio austral todo lo contrario.

Equinoccio es una voz también latina (aequinoctium) que hace referencia "a la época en que, por hallarse el Sol sobre el ecuador, los días son iguales a las noches en toda la Tierra, y esto se verifica anualmente del 20 al 21 de marzo y del 22 al 23 de septiembre.  El "retraso" cíclico de este fenómeno astronómico fue conocido en la antigüedad como la "Precesión de los Equinoccios", es decir, "el movimiento retrógrado de los puntos equinocciales o de intersección del ecuador con la eclíptica, en virtud del cual se anticipan un poco de año en año las épocas de los equinoccios o el principio de las estaciones. Este fenómeno, casualmente, parece haber sido uno de los que más preocuparon a los antiguos peruanos, a juzgar por las observaciones realizadas por la doctora Reiche en Nasca, y de muchos otros eruditos en otros sitios de Perú.

Orto (del latín orthus), no es otra cosa que la salida o aparición del Sol o de otro astro por el horizonte. Es el momento en que éstos "rompen" o "rayan" el alba como se dice habitualmente.

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En la actualidad, el debate sobre el origen como calendario astronómico aún persiste, pues existen otras teorías que afirman que las líneas tenían relación exclusiva con ceremonias religiosas propias de la cultura Nasca. María pensaba al respecto lo siguiente:

"Sería tener una opinión muy baja de los antepasados, de suponer que todo este trabajo inmenso y minuciosamente exacto y detallado, hecho con concienzuda perfección, tenía como única finalidad el servicio de una superstición primitiva o un culto estéril de los antepasados".



Arriba en la foto, la Reina Sofía de España atendiendo una explicación de María Reiche mientras efectuaban un sobrevuelo sobre las Líneas.

En 1949, la investigadora alemana publicó su primer artículo sobre los geoglifos del desierto peruano, titulado "Mistery on the desert. A study of the ancient figures and strange delineated Surface".
Tiempo después, en 1974, María Reiche creó el primer mapa sobre las figuras de Nasca, tras haber medido con métodos muy básicos y con pocos recursos las fascinantes líneas sobre el suelo, además de observarlas desde el aire con la ayuda de la Fuerza Aérea Peruana (FAP).

Durante toda su vida, María luchó por proteger las Líneas y las Figuras. Con su perseverancia consiguió que, en 1994, la UNESCO otorgara la categoría de Patrimonio Cultural de la Humanidad, a las Líneas a las que dedicó su vida. Perú también quiso devolverle todo lo que había hecho por el país, y entre las distinciones que le concedieron a lo largo de su vida se encuentra la Medalla Machu Picchu de la UNESCO, la Orden al Mérito por Servicios Distinguidos en el Grado de Gran Cruz y el título de Ciudadana Honoraria de Perú concedido por el propio Gobierno, así como la nacionalidad peruana.


Posiblemente la foto de arriba sea la más hermosa y ejemplificadora que se la haya tomado a María, en plena actividad de medición sobre uno de los surcos de una figura.

María Reiche, es la noble dama a la que un día cantaron los traviesos huerequeques: un ave nocturna de Nasca que durante el día suele permanecer inmóvil, sin moverse en gran parte de las horas de sol. Estos pajaritos fueron posiblemente la única compañía que tuvo María en la soledad de la pampa, razón por la cual les dedicaría una canción.

"Quieta sobre su lecho, es el descanso del guerrero silencioso. Allí está, a sus 94 años, y no para de pelear por la vida. María, la del desierto, la del mono y el ave fragata con alas de solsticio".


"Mi mano izquierda"... una extraña coincidencia.
Hay una anécdota registrada por su albacea, Ana María Cogorno Mendoza, en la que cuenta lo siguiente:

"Durante uno de sus paseos, María se pinchó el dedo medio de su mano izquierda. Como la infección había avanzado demasiado, le tuvieron que amputar el dedo. Veinte años después, este detalle anecdótico cobraría un sello mágico cuando al develar en 1952 la figura del Mono, se dio con la sorpresa de que los antiguos nasqueños lo habían dibujado con nueve dedos. Fue entonces cuando el Antiguo Perú le volvía a demostrar a la estudiosa alemana, que Nasca y Ella estaban sólidamente unidas de la mano por un destino común".


Dibujo original en los documentos de María, con el estudio a escala, que hiciera del geoglifo de El Mono.

Ella fue una de aquellos ejemplares singulares del género humano, de esos que jamás se olvidan, que dejan rastros en la mente y el corazón de uno, el tipo de seres que se hayan distantes de la vanidad pero muy cerca en la humildad y la sonrisa cautivadora; ella, tan jovial y escurridiza como una hormiga...

María, trepada en una escalera, otea el horizonte. María, en cuclillas, observa la cola del Mono. María, desde la lejanía, deambula por el laberinto de los enigmas. María, con su mano, señala una gran línea recta que se pierde no sé dónde. María se para junto a su viejo Volkswagen en algún lugar de la pampa, siempre con su escoba. María se sube al mirador de la carretera Panamericana, y observa el cielo como lo debieron hacer nuestros antepasados. Sentada en un descanso de la faena, escrutando con sus binoculares el sortilegio de esos 520 km2 de inmensidad pampeana.


No, ni Gabriel García Márquez habría podido describir este mundo insólito y desolado, que ahora conocemos gracias a María Reiche. Cuántos años de soledad? Pues de ningún modo, esto no es Macondo. Es Nasca, posee sus propios brujos y su propia magia pintada sobre la planicie. Cien años de soledad, pero será en otro mundo, y muchísimo más silencioso.

María falleció el 08 de junio de 1998 en Lima, luego de haber padecido los estragos del mal de Parkinson; fue enterrada en Nasca, siempre cerca de las Líneas que la enamoraron tiempo atrás. La matemática alemana dijo una vez: "Tengo definida mi vida hasta el último minuto. El tiempo será poco para estudiar la maravilla que encierran las pampas de Nasca, y ahí yo moriré". Y así lo hizo.


Del archivo personal de María, también dejó unas líneas escritas para la posteridad, con un mensaje muy contundente respecto de este lugar:

"La gente que vivió hace mucho tiempo dejó un documento único que considero constituye un capítulo esencial en el desarrollo de la mente humana. No hay nada igual en ninguna parte del mundo, como el "Calendario Astronómico más grande del Mundo". Quisiera por eso, que esto contenga un mensaje a los peruanos, de cuyo pasado debemos hacer justicia porque también pertenece al futuro (...). Todo el mundo debe tener iguales derechos..."


ACERCA DE LA NATURALEZA DE LAS LÍNEAS Y LOS GEOGLIFOS.

Estas líneas dibujan sobre el árido suelo del desierto cientos de grafismos más o menos complejos. María las clasificó en cuatro órdenes:

  • Apariencia humana (antropomorfas).
  • Animales (zoomorfas).
  • Vegetales (fitomorfas).
  • Geometría variada (líneas finas y líneas anchas, espirales, círculos concéntricos, líneas radiales a un punto común, rectas trapezoides, etc).

Básicamente son surcos que forman estas líneas y poseen una profundidad entre 5 y 30 centímetros. La corteza del suelo, como ya lo mencioné anteriormente, tiene una doble capa muy diferenciada: al retirar (o pisar con relativa fuerza) la capa superficial de color marrón oscuro, aparece la tierra de color amarillento claro; si este despeje es continuo, se hace visible por contraste y surge la línea que vemos.


Mapa sectorizado de las líneas y rectas con sección trapezoidal y algunas figuras, sobre el inicio de la meseta de Jumana, en los primeros kilómetros del paso de la ruta Panamericana. Dicho mapa fue confeccionado con base a la documentación realizada por María Reiche.

María sostuvo desde el inicio de sus relevamientos, que primeramente las "líneas" se marcaron mediante cuerdas y estacas para definir un "bosquejo"; posteriormente en cada tramo se revelaba la figura imprimiéndole las curvaturas con base a tangentes y secantes. Al tener el trazado primario, ya sea la recta o el perímetro, se procedía a retirar el material de la capa superficial.

En sus estudios de relevamiento explica lo siguiente sobre algunas de las figuras más complejas:

"El tamaño de las figuras varía con el ancho del sendero que las forma y las distancias que deja entre sus trechos. Las más pequeñas de pocos metros de diámetro están formadas por senderos angostos de 40 centímetros de ancho, mientras que en algunas de las más grandes de 100 metros, los trazos curvos que las forman son casi del ancho de una carretera (...). Entre estos dos tamaños hay una gran variedad. También en las figuras encontramos la repetición frecuente de ciertas medidas; el ejemplo más destacado lo encontramos en el diámetro más grande de cuatro figuras que se encuentran distanciadas con 17 kilómetros entre ellas".

Algunas de las dimensiones relevadas por ella:

Alcatraz, o Ave Fénix (305 m).
Lagarto (188 m).
Fragata (160 m).
Cóndor adulto (160 m).
Pelícano (138 m).
Mono (95 m).
Colibrí2 (95 m).
La Raíz (80 m).
La Flor (76 m).
Colibrí1 (68 m).
Las Manos (48 m).
Hombre Lechuza (40 m).
Araña (32 m).

Aunque las más famosas son las figuras, las más numerosas son las líneas. Estas son de cientos de metros de largo por unos cuantos centímetros de ancho, formando verdaderas rectas que parecieran venir de ningún lugar y llevar a ningún otro. Sin embargo, aparentemente algunas de ellas apuntarían a hitos astronómicos como solsticios y equinoccios, a pesar que están dibujadas sin ningún orden aparente, superponiéndose en muchos casos.

Sobre este punto, cabe recordar un poco más detalladamente, que algunos autores como Hermann E. Bossi mencionan una sorprendente teoría que se la conoce como "CÓDIGO DE NASCA", tesis basada en la posible existencia de un conjunto de informaciones crípticas probablemente de origen alienígena que estarían impresas en las coordenadas astronómicas y geográficas de las figuras y líneas de la meseta de Nasca. Podría tratarse de un mensaje "oculto" procedente de las estrellas y dirigido a los futuros humanos de la Tierra. Obviamente este tema de por sí ha dividido a la comunidad científica, habiendo una fuerte corriente de opinión renuente a considerarla como una posibilidad cercana.

El asunto, explicado a grandes rasgos, es el siguiente:

Enfocándonos exclusivamente en la disposición de las Líneas, a simple vista obtenemos un verdadero caos. María ciertamente constató incluso la "superposición" de las líneas.


Ver la pampa desde un avión, con su superficie "garabateada" hasta donde alcanza la vista, es como ver una enorme pizarra de solsticios y equinoccios. Las líneas (con direcciones indeterminadas aparentemente, como ya hemos dicho) van de un lugar a otro, o bien parten de uno de los llamados "centros de irradiación", puntos desde donde parten líneas en todas direcciones; María descubriría entonces que cada línea se corresponde con algún pretérito paso del Sol por el horizonte, o el "raid" de alguna estrella, o la aparición de alguna constelación, o el "paseo" de la Luna sobre la pampa... y, porqué no, las evoluciones de algún planeta, la cercanía de un cometa, o  un registro de eclipses solares y lunares.

Cabe señalar también que hay líneas que pasan por encima de otras líneas; hay figuras que están dibujadas sobre otras figuras o líneas y viceversa.., de modo que no se puede afirmar cuál es la más antigua o cuál  la más reciente; solo se puede asegurar que algunas de estas figuras y trazos serían, de hecho, muy antiguas.

Ahora bien, este popurrí de líneas como conjunto, que incluye a las figuras, se encuentra dentro de un espacio virtual de múltiples rectángulos. Estos rectángulos se hallan orientados de sur a norte, en una posición cuyo lado mayor es paralelo y cercano a la Latitud 14°75'.


Pero, cuando obtenemos una imagen satelital equivalente al doble del rectángulo más grande de la imagen superior (arriba del paralelo 14°75'), vemos DOS LARGAS LÍNEAS que corren hacia las esquinas de los cuatro cuadrantes de toda la meseta, las mismas que forman una cruz muy visible (con ángulos correspondientes). El trazado de la ruta Panamericana se lo ve en la porción superior derecha.


En la mayoría de los mapas disponibles relevados de la pampa y las líneas llama la atención que dicho par de líneas no existen, salvo en los documentos de María Reiche.
El tema es que, el par de líneas que forman un cruz y que están señaladas en color rojo en la siguiente imagen del mapa subido, estarían emplazadas en la siguiente ubicación.


De acuerdo a ciertos historiadores como James Bowles, autor del libro "The Gods, Gemini and the Great Pyramid", una de las líneas grandes (la que posee ángulo agudo con respecto al paralelo), llamémosla LÍNEA A, habría sido el ecuador (antigua Línea Equinoccial) en tiempos pre-diluvianos, cuando el Polo Norte estaba desplazado sobre la costa del Pacífico frente a la Alaska de hoy. La prolongación de dicha línea A, siguiendo la escala correspondiente y de acuerdo a la geometría euclidiana, toca precisamente las Pirámides de Giza.


Visto en una proyección retrospectiva a escala "bidimensional desde arriba", dicho trazado de la antigua "línea equinoccial" se vería de la siguiente forma.


Otro historiador de nombre Jim Alison, autor del documento "The Prehistoric Alignment of World Wonders", sostiene que con el ecuador antiguo, la línea entre Nasca y Giza resulta ser una onda sinusoide, y en su recorrido barre más emplazamientos de pirámides y centros ceremoniales de anteriores civilizaciones.


La curva sinusoidal equinoccial de antes involucraba los siguientes sitios tabulados en la siguiente tabla:


De otra manera graficado, en la siguiente imagen se puede ver enlazados los lugares hitos de las "grandes civilizaciones" cruzados por la antigua línea equinoccial, los cuales casualmente poseían importantes centros energéticos como por ejemplo Machu Picchu, Mohenjo Daro, y la Isla de Pascua.


Por supuesto, me dirán que faltarían las civilizaciones mesoamericanas, los cuales poseyeron importantes centros energéticos como las Pirámides de Kukulcan (Chichén Itza) y Tical.
Para eso está la otra línea que conforma la famosa cruz: es la LÍNEA B. En la imagen con las dos líneas marcadas en rojo, la que corresponde es la línea que posee ángulo obtuso con respecto al paralelo 14°75'.
Esta línea B, en la antigua disposición de paralelos y meridianos, sería un meridiano que pasaba precisamente por la Península de Yucatán.

Para sustentar la tesis de la anterior ubicación del ecuador, la cual hace unos 30.000 años unía Nasca con Giza, Bowles recoge información del libro de Charles H. Hapgood "Earth's Shifting Crust", en la que explica que el Polo Norte se hallaba frente a la Alaska actual. Adicionalmente señalaba que el triángulo conformado entre Alaska-Nasca-Giza era considerado un triángulo santo por algunos antepasados.

Para más información sobre esta interesante teoría, se puede visitar el siguiente link:


LA MITOLOGÍA DE EGIPTO EN NASCA, O VICEVERSA.

Según la explicación en los párrafos e imágenes anteriores, el contenido de la Teoría de la deriva de los Polos y de los desplazamientos tectónicos de las placas continentales, naturalmente tendrían en común los reposicionamientos de la "grilla" de meridianos y paralelos.

De alguna forma, las dos líneas citadas más sobresalientes -líneas A y B-, tendrían que ver con un posicionamiento del enorme lienzo donde están ubicados los graffitis de Nasca, vinculados con un sitio tan lejano como el Valle del Nilo.

María Reiche quizá no tomó en cuenta este planteo interesante. Probablemente no haya leído los textos del antiguo Egipto porque, en aquellas décadas, el Mundo aún no sabía lo suficiente acerca de los jeroglíficos. Así que María nombraba a las figuras según lo que le dictaba sus pensamientos.



Existen figuras en el antiguo Egipto, que poseen similitudes y hasta igualdad en el diseño, según la posición que tengan. Resulta notable que el geoglifo del "Hombre Lechuza" o "astronauta" tenga un equivalente en el dios principal egipcio de Atum Rá; la representación de "El Mono" es su asistente, el dios Thoth, la "Araña" es una flor de loto, el "Cóndor" un ave fénix, y el "Colibrí" es un árbol del saber.

Debido a este motivo podría sospecharse que los símbolos plasmados sobre la meseta nasqueña tienen vinculaciones con dioses y seres de Egipto. Además, todavía no está seguro si existió primero la mitología egipcia o los diseños de Nasca, los cuales, según el investigador James Bowles, tendrían una antigüedad aproximada de 30.000 años.

Dice James Bowles, respecto al libro de Gerald S. Hawkins, "Beyond Stonehenge", que hace 30.000 años compartieron grafismos y figuras similares, tanto en los textos esculpidos en Egipto, sobre todo en la Pirámide de Saqqara, como los trazados sobre las arenas de Nasca: son textos acerca de la creación, según lo han interpretado los filósofos egipcios, prevaleciendo un dios de nombre Atum Rá.

Del mismo modo, Bowles menciona, respecto al libro de Robert Bauval y Adrian Gilbert "The Orion Mystery", que además existe un dios Thoth con forma de un mono y cabeza de un perro (sinosefalus), o un lemur volante. Así, el Mono de Nasca representaría a Thoth, con nueve dedos que aluden a los nueve dioses de On: los hombres Atum Rá, Shu, G'b, Seth, Osiris; y las cuatro mujeres Tefénet, Nat, Isis, y Nephthys. Los hombres serían simbolizados por la cola grande (símbolo para el pene), y las mujeres serían simbolizados por la cabeza y brazos (semejanza con el clítoris y la vulva). Además, señala que, probablemente el punto de las dos líneas del Mono, puede ser el ojo de Horus como símbolo de una conversión de los dioses de naturaleza hermafrodita en seres como hombre y mujer.

Para más información se puede visitar la página original de James Bowles, en el siguiente link:

Llegado al punto, luego de haber desarrollado este tema, resulta inevitable abordarlo sin dejar de pensar en la similitud que las figuras impresas sobre las arenas de Nasca poseen con respecto a los modernos CROP CIRCLE que aparecen de manera enigmáticamente nocturna, y de un instante a otro en numerosas partes de la Tierra y con las formas y diseños más complejas.


Figuras de alacranes o un tipo de trilobites?


Figuras estilizadas de un ave? O algo mucho más elaborado y complejo?

Recuerden lo que significa un crop circle: Es un agroglifo, diseños circulares de hierba tendida o quemada que aparecen en campos de cultivo, generalmente de cereales como trigo y maíz. Aunque aún no hay evidencia directa, los aficionados y creyentes en fenómenos paranormales los atribuyen a intervenciones de seres alienígenas.

Por otra parte, si nos vamos un poco más hacia la tangente del asunto, se han descubierto piedras de Ica, datadas con una edad de, adivinen cuánto? 30.000 años aproximadamente, con diseños de caballeros en dinosaurios volantes, e incluso con avionetas o dispositivos ataviados con alas delta (fuente: Museo de Piedras en Ica; Museo Aeronáutica en Lima; Erich Von Daniken "El Retorno de los dioses").


Adicionalmente el tema de los dispositivos que "vuelan" ya estaba presente en culturas antiguas colombianas (fuente: Museo del Oro en Santa Fe de Bogotá), y desarrollado en detalle en los textos épicos de escritos Vedas provenientes de la India ancestral (fuente: Mahabharata, el Ramayana). Así que ahí también hay pruebas de que la triada Egipto-Nasca-India, al menos en la prehistoria tardía, ya conocía de vuelos y pilotos.


Escritura jeroglífica sobre muro en un templo egipcio. Parece helicóptero o avión?



Esculturas talladas e inscripciones de Viimanas ("vehículo volador mitológico") de la India y Pakistán.

No olvidar así mismo que el tema de los geoglifos con espirales y líneas en zigzag no es exclusivo de Nasca y Palpa, sino que están desplegados en numerosas zonas, desde América del Norte hasta la Patagonia, además de los continentes restantes.


EL EXTRAÑO HOMBRE LECHUZA Y LA DEIDAD DEL SOMBRERO.

En cuanto a las figuras antropomorfas, María Reiche se tropezó con dos grandes petroglifos (es decir, figuras trazadas sobre superficies netamente rocosas), ya que, al parecer, no hay geoglifos de este tipo sobre la pampa. Una de tamaño descomunal, que parece contemplar el paisaje desde la ladera de un cerro, casi en medio de la planicie de Jumana. Es el famoso "Hombre Lechuza", también conocido como el "Astronauta de Nasca", que representa a un hombre en cuya parte superior, algunos arqueólogos han identificado los rasgos de una lechuza, mientras que otros autores ven aquí el supuesto casco de un astronauta.


Se trata de una figura tan alta como un edificio de 15 pisos, un tamaño que, desde luego, ha dado pie a las más variadas conjeturas, siendo además considerado por Reiche, el petroglifo más antiguo de la pampa.

Otra figura de similares características es la de un extraño ser que parece sostener dos bastones con ambas manos y que luce un curioso "tocado" a manera de corona o sombrero sobre su cabeza. Hay quienes han visto en este personaje a la divinidad más vieja de Los Andes, el dios Viracocha.



LOS LÍMITES DEL LIENZO DE LAS LÍNEAS DE NASCA Y MÁS ALLÁ.

En un principio, de acuerdo a los apuntes de María Reiche, había establecido que la pampa de Nasca, con sus líneas y figuras, abarcaba un área de 350 km2, pero después, con nuevas observaciones, pudo determinar que se extendía hasta los 520 km2, y probablemente más.

Tuvo razón. Con los descubrimientos posteriores este enorme "escaparate" astronómico incluye las llanuras de El Ingenio, Palpa y Socos, y sobre las laderas de sus cerros. Lo que intuyó María es que algunas líneas parecían "escaparse" de la meseta de Jumana para perderse en el árido paisaje en varias direcciones. Además, en su entorno, la existencia de cientos de petroglifos nos manifiesta con claridad cuán importante fue este lugar en la cosmovisión andina.

En realidad, las Líneas de Nasca deberían ser consideradas como una esquina del enorme bastidor de dibujos que sugiere el entorno. En años recientes el "catálogo" de líneas y figuras se ha expandido prodigiosamente, tanto hacia el noroeste, sobre los valles de El Ingenio, Changuilla y Palpa, como hacia el sureste de Nasca hacia la pampa El Pajonal. Por lo tanto, estaríamos hablando de una "Región de Líneas y Figuras".

Siendo éstos dos territorios muy poco explorados aún, se tiene poca información y prácticamente estudios aislados sin un relevamiento completo del sitio, sobre todo en el segundo lugar, sobre la pampa El Pajonal.


Mapa esquema de las principales Líneas y Figuras de Palpa, ubicadas desde el valle El Ingenio y hacia el noroeste sobre los sitios de Sacramento, Pinchango y Llipata.

Fueron dadas a conocer por un grupo de arqueólogos peruanos y extranjeros dirigidos por Markus Reindel y Jhonny Isla, de la Fundación Suiza-Liechtenstein, que investigan el lugar desde 1997, quiene mediante diferentes métodos utilizados pudieron constatar que eran incluso más antiguas que sus hermanas, las Líneas de Nasca, y que poseerían más parentescos con la cultura Paracas.

De este "nuevo" set de figuras recientemente añadidas al universo pictórico sobre estos desiertos, me llama poderosamente la atención uno en particular. Es la figura bautizada con el nombre de "Cruz de Palpa" o "Cruz San Javier". Se encuentra aproximadamente en el km 395 de la ruta Panamericana, a poca distancia de ésta.



Se la conoce originalmente como la "Estrella" o "Mandala Antiguo" ya que se asemeja mucho a ese tipo de arte oriental. Curiosamente, este dibujo está sobre la cima de una árida meseta y aún no está completamente delineada y "limpia". La pregunta que surge a continuación es: Qué hace un símbolo del lejano oriente en tierras sudamericanas?

El Mandala es considerado un símbolo ritual en las religiones de la India y representa el Universo. Sin embargo, actualmente se ha convertido en un término genérico usado para describir cualquier diagrama, gráfico o diseño geométrico que representa el cosmos, así como también qué es la vida, de hecho, un ciclo que nunca termina.

Este geoglifo parece haber sido tallado con extrema precisión y detalle; mide aproximadamente 55 metros de lado cuadrado, conteniendo céntricamente otro cuadrado rotado a 45° con la misma dimensión; además de varios otros círculos más pequeños de 6 metros de diámetro, grabados sobre el suelo junto con una serie de agujeros estratégicamente situados.


Al igual que la mayoría de las figuras de Nasca, esta figura solo puede ser visto desde gran altura, es decir, son dibujos destinados a ser admirados (o utilizados?) únicamente desde el aire.
Una enigmática coincidencia es que la Cruz de Palpa se encuentra aproximadamente en la antípoda de la Gran Pirámide de Giza, Por lo tanto, ambas cosas se vinculan en los dos extremos de un mismo diámetro terrestre. Hay un intrigante dato más: la Cruz de Palpa está orientada exactamente hacia el norte magnético, con un error de tan solo 0'2 grados.

Hay investigadores como el profesor Josué Lancho, quien opina que esta figura, como otras de la vecindad, pertenecen a la cultura Ica-Chincha, que ocupó la zona entre los años 1000 y 1475 d.C.

La cruz no era desconocida en el mundo andino; al contrario, como hemos visto en otros posts, era un elemento ampliamente utilizado, en particular un tipo de cruz al que llamaban chacana: dicha cruz habitualmente se hallaba combinada con otra figura básica, el cuadrado.

En Palpa, en total, tres son las figuras, y en cada una de ellas existen tres círculos concéntricos. En los andes se habla de tres mundos: el Hanan Pacha (mundo de arriba), el Kai Pacha (mundo intermedio), y el Ucu Pacha (mundo subterráneo), los cuales se hallan relacionados con los cuatro puntos cardinales en que se divide el Mundo: Chinchaysuyo al norte, Cuntisuyo al oeste, Collasuyo al sur, y Antisuyo al este.

En el centro de la Cruz de Palpa se encuentra una especie de estrella conformada por 16 líneas que parten precisamente del centro. Los 12 pequeños cuadrados que ocupan los ángulos internos del cuadrado mayor dibujado en este geoglifo, podrían representar a los 12 meses del año, subdivididos en 4 semanas cada uno. De esta manera nos encontraríamos frente a una figura compleja que interrelacionaría el tiempo, el espacio terrestre, y los tres mundos de la cosmovisión andina.

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RECIENTES HALLAZGOS.

Usando tecnología de última generación, expertos japoneses de la Universidad de Yamagata, liderados por el académico Masato Sakai en colaboración con el arqueólogo peruano Jorge Olano, han identificado un total de 358 nuevos dibujos de los cuales no se sabía que existían, ya sea porque se encontraban erosionados entre las piedras, y otras porque se hallaban parcialmente enterradas en las arenas.


Lo sorprendente del caso es el cúmulo de dibujos diversos que han estado ignorados para la comunidad científica, aunque posiblemente conocidos, en muchos casos, por pobladores y lugareños. Sin embargo, dada la condición de hallarse en zonas desérticas con poco tránsito entre comarcas, salvo el único eje vial importante que marca la ruta Panamericana, es posible que no hayan logrado la notoriedad y reconocimiento anteriormente, por parte de personas interesadas en lo cultural, histórico o patrimonial.

Si el "catálogo" de las emblemáticas figuras que conocemos en su mayoría, gracias a María Reiche, sobre la meseta de Jumana, son tan bellas como enigmáticas, las nuevas figuras recientemente dadas a conocer, superan los límites de la abstracción y el misterio, aunque aparentan ser menos estilizadas. Estas figuras traen más inquietudes que respuestas.


Un atisbo de la documentación que han extraído de los cerros adyacentes a los valles anteriormente señalados, muestran una profusión de "manchas" y marcas aparentes artificiales sobre las superficies, que están siendo sometidas a inspección.


Son más de un centenar que van desde algunas formas ya conocidas, serpientes, aves y monos, unas nuevas como un rebaño de camélidos o gatos que parecen cartoons, hasta otras diversificadas con apariencia de humanoides, como el personaje con bastón (imagen de arriba) cuyo significado se ignora. Se presume que estos nuevos dibujos se crearon entre el 100 a.C. y 300 d.C. Desafortunadamente la mayoría de este conjunto se encuentra en mal estado de conservación.


La imagen de arriba es una nueva figura que aún yace semienterrada, y gracias a la IA es posible reconstruirla. Pareciera ser una serpiente de dos cabezas devorando a dos personas.


Muchas de las figuras aún no tienen explicación científica, y dada la cantidad, por ahora están siendo minuciosamente analizadas y catalogadas.

Las recientes investigaciones, empleando fotografías aéreas de alta resolución e imágenes de drones, han permitido redimensionar el espectro de los GEOGLIFOS , discriminándolas entre "senderos" y "geoglifos", reasignándolos según una nueva clasificación, dado que ellos en realidad pueden ser netamente GEOMÉTRICOS (lineales y de área), y los de tipo FIGURATIVO, como los DE RELIEVE, a diferencia de los geoglifos a base DE LÍNEAS, los cuales son muy difíciles de detectar.



Entre las figuras descubiertas hay geoglifos de tipo relieve que representan humanoides, cabezas decapitadas y animales domésticos; los geoglifos de relieve a menudo son de menos de 10 metros de diámetro. En cambio, los tradicionales geoglifos, creados con líneas a gran escala, suelen representar animales salvajes. Entre las más extrañas figuras documentadas se encuentra el siguiente set:


Es interesante resaltar que este descubrimiento de tantos nuevos dibujos fue realizado en apenas seis meses, mientras que los hallazgos anteriores tardaron varias décadas, la mayoría de ellos descubiertas, relevadas y documentadas por la doctora Reiche de manera artesanal.

Más información sobre los recientes descubrimientos está detallado en el siguiente link:

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Hay un petroglifo que también tiene poco tiempo dado a la luz. El jueves 15 de octubre de 2020, el Ministerio de Cultura de Perú corroboró el descubrimiento de una nueva figura trazada sobre la Pampa de Nasca.

Se trata de un FELINO de unos 37 metros de largo, que aparece con el cuerpo de perfil y la cabeza de frente, en uno de los cerros del Mirador Natural de la pampa, una colina rocosa que se eleva a la altura del km 426.4 de la carretera Panamericana Sur; el hallazgo tuvo lugar en pleno trabajo de remodelación del mirador.



La figura apenas era visible y estaba a punto de desaparecer debido a que se localiza sobre una ladera con pendiente bastante pronunciada y a los efectos de la erosión natural. Según la entidad gubernamental, por sus rasgos estilísticos, el gato data de la época Paracas Tardío. Esto quiere decir que su trazado es anterior al de sus compañeras figuras de la pampa de Nasca, con una antigüedad de 100 a 200 años a.C.

Inicialmente se pensó que podría haber sido obra de algún gracioso que lo "sembró" en la quietud de la noche. Sin embargo, la veracidad del petroglifo no ofrece dudas, afirmas los expertos, ya que las representaciones de felinos de este tipo resultan frecuentes en la iconografía de la cerámica y los textiles de la sociedad de Paracas.

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Como se puede percibir, este gran yacimiento arqueológico todavía se encuentra en fase inicial de descubrimientos y a la espera paciente de ser develado muchos secretos debajo de las arenas de estos desiertos.

María Reiche ciertamente fue pionera en desarrollar mentalmente los trazados en el espacio tridimensional para poder elaborar las formas de las líneas y figuras. Cuando ella se sirvió de algunos vuelos aéreos proporcionados por la Fuerza Aérea del Perú, para verlas, ya las conocía de memoria, verificando las proporciones entre sí.

Pero para cualquiera de nosotros nos resultaría bastante complicado establecer las escalas pertinentes para entender todo el compendio de trazos que posee este enorme lienzo. Así que, al menos, nos valemos del mejor recurso turístico disponible en el sitio: un paseo aéreo. Las magníficas Figuras y Líneas (una veintena de las más visibles e importantes) se encuentran disponibles a través del sobrevuelo en cualquiera de las avionetas habilitadas que sirven desde el aeropuerto local de la ciudad de Nasca. La única objeción es que, el vuelo consta de muchas peripecias y volteretas, y no es apto para estómagos inestables. Esta experiencia única, lo relataré en detalle en un siguiente post.


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