viernes, 22 de noviembre de 2024

EL BRASIL IMPERIAL DEL SIGLO XIX Y LA EMPERATRIZ QUE NO PUDO SER

Por Arq. Rodolfo Eduardo Medina.

Los imperios del mundo fueron cosa del pasado. La Europa de principios del siglo XX poseía entonces cuatro imperios (Británico, Alemán, Austro-Húngaro y Otomano), sin contar con el zarista imperio Ruso que abarcaba todo el territorio asiático casi equivalente al posterior Estado Soviético. Al término de la Primera Guerra Mundial, Europa se había quedado sin imperios, aunque sí permaneció el área de influencia, en el caso del Reino Unido y sus colonias.

En América del Sur, los imperios también fueron cuestión de un pasado borrado por la conquista ibérica a punta de religión, sometimiento y vasallaje. Aunque hubo el caso particular de un vasto territorio que, siendo colonia portuguesa se convirtió a continuación en un imperio regido por una casa monárquica.

Estamos hablando de BRASIL, el cual se convirtió en nación independiente en 1822, después de tres siglos de colonización por parte de la nación lusitana. Esta nación ostentó el título de IMPERIO entre 1822 y 1889.


Pedro I de Brasil proclama la independencia en 1822 y se nombra su primer emperador.
Pintura de Francois-René Moreau.

La Revolución Liberal de Oporto fue la piedra inicial para la emancipación brasileña, cuando el regente, el Rey Juan VI de Portugal (Casa de Braganza) cedió el lugar a su hijo, PEDRO I, quien proclamó la independencia de Brasil el 07 de septiembre de 1822 (el mismo día de su coronación), evento emancipador que fue menos violento que las otras guerras de independencia hispanoamericanas, y se convirtió en el primer Emperador de Brasil, además del primer jefe de Estado de dicho país. Pedro I también ocupó simultáneamente el trono portugués con el nombre de Pedro IV el Rey Soldado, aunque por un tiempo breve.

Entre los sucesos más destacables de su reinado, se encuentra la secesión de la provincia meridional de Cisplatina, hecho que se concretó en agosto de 1825, conformándose en la república del Uruguay.


Pedro I de Brasil y IV de Portugal.

Como era costumbre de la monarquía, el nombre completo de Pedro I resultaba pomposo, y era nada menos que así: "Pedro de Alcántara Francisco Antonio Joao Carlos Xavier de Paula Miguel Rafael Joaquim José Gonzaga Pascoal Cipriano Serafim de Braganza".

Pedro I de Braganza abdicó del trono de Brasil en favor de su hijo de cinco años de edad, el príncipe Pedro de Alcántara, el 07 de abril de 1831. En esta época hubo un período conocido como "experiencia republicana" posterior a la abdicación, tiempo asumido por una Regencia de gobierno hasta que el príncipe infante tuviera edad legal para asumir el trono.


Período histórico: Estados Unidos de Brasil.
Billete de 200 (Primer) Cruzeiros.
Título: República Dos Estados Unidos Do Brasil.
Tesoro Nacional, Valor Recibido (sin Estampa).
ND(1955-1959).
Anverso: Retrato de Pedro I de Brasil.
Printer: American Bank Note Company.
Tamaño: 157x67 mm.
Pick SCWPM-154.

Luego de diversos problemas políticos que sortearía la estructura de gobierno brasileño, el adolescente príncipe Pedro manejaría el Brasil imperial al ser proclamado mayor de edad en julio de 1840, teniendo apenas catorce años y medio. Sería emperador por casi 60 años, hasta 1889, bajo el nombre de PEDRO II, cuando la nación dejó de ser imperio y se convirtió en la república de los "Estados Unidos de Brasil".


Pedro II de Brasil, apodado "el Magnánimo".

A lo largo del tiempo imperial brasileño, éste se subdividió en tres etapas: Primer Imperio (Pedro I), Período Regente (Transición de nueve años), y Segundo Imperio (Pedro II). Con la llegada del último período ya no se usaba el título de Rey de Brasil, pasando a tomar su monarca el título de emperador de Brasil.

El papel del emperador Pedro II en la realización de la unidad nacional, de la estabilidad y el proteccionismo, además del buen gobierno, fue relativamente próspero pese a los peligros y los obstáculos que se le presentaron al regir un territorio tan vasto: la composición social de su población se diversificó enormemente, mientras que la lucha por los derechos de la mujer empezaba a surgir y el Estado se industrializaba y modernizaba a pasos enormes. Se considera a su período como el de mayor seguridad económica y financiera del Brasil: el sistema monetario vigente era el REIS.

Sin embargo, el emperador fue percibido casi en el ocaso de su período como un ser indiferente con respecto a la suerte del régimen, tanto a nivel popular como en los políticos de la época. Por su humildad, Pedro II daba la impresión de que su papel como emperador era inútil frente al mundo cambiante en que se enfrentaba la joven nación sudamericana.


Período histórico: Estados Unidos de Brasil.
Billete de 100 (Primer) Cruzeiros.
Título: República Dos Estados Unidos Do Brasil.
Tesoro Nacional, Valor Recibido (sin Estampa).
ND(1955-1959).
Anverso: Retrato de Pedro II de Brasil.
Printer: American Bank Note Company.
Tamaño: 157x67 mm.
Pick SCWPM-153.

Para colmo, la ausencia de heredero varón que permitiera implementar una nueva dirección de la nación disminuyó las perspectivas a largo plazo de la monarquía brasileña. El emperador tenía tres hijas, y privilegiaba a la mayor de ellas, la princesa Isabel, pero presentía que una mujer en el poder resultaba imposible en una sociedad como la brasileña y su establishment político. Anteriormente, la muerte de sus dos hijos varones le hizo pensar que el imperio se encontraba destinado a la desaparición inminente.

Varios motivos confluyeron finalmente para que el Imperio de Brasil caiga:

El emperador Pedro II era ya un anciano en 1889 y no poseía hijos varones vivos.
La sucesión debía darse en manos de su hija Isabel, quien a su vez estaba casada con un aristócrata francés; esto generaba disgusto entre las élites políticas locales, pues el imperio sería regido por un príncipe europeo a la muerte de Pedro II.
La guerra contra Paraguay hizo cuestionar la forma de gobierno imperial, la cual se hallaba ya en discusión constante.
La abolición de la esclavitud mediante la Ley Áurea en noviembre de 1888, firmada por la misma princesa Isabel, causó que los ricos terratenientes esclavistas se alinearan contra el imperio.
Los jefes militares por su parte deseaban mayor protagonismo político tras el triunfo en la guerra de la Triple Alianza, deseo que la nobleza imperial no compartía.
La incipiente clase media planteaba la posibilidad de una república, forma de gobierno que traería progreso y prosperidad a Brasil, considerando a la monarquía como anacrónica e ineficaz.
Finalmente, la impopularidad del gabinete conservador de ministros generó el pretexto ideal para el inicio de la sublevación que se llevó a cabo el 14 de noviembre de 1889.


Proclamación de la República de los Estados Unidos de Brasil, 15 de noviembre de 1889.

Pedro II se encontraba en Petrópolis con su familia, y estuvo ausente de la ciudad cuando se inició la revuelta popular-militar en Río de Janeiro. La noche del día 15 de noviembre el ejército proclamaba la República, exhortando al emperador a renunciar al trono.
Sin apoyo popular y deseoso de evitar una guerra civil, Pedro II regresó apresuradamente de Petrópolis y aceptó la proclamación de la República, renunciando a su título de emperador.

Naturalmente, luego de esos episodios que transformaron a la nación en una unión de Estados federados, y ya sin tener efecto el sistema imperial político, la PRINCESA ISABEL DE BRAGANZA, quien era la designada para suceder a su padre, jamás pudo acceder al tropical trono imperial ni ser llamada la Emperatriz de Brasil, un lugar exótico y gigante donde todo podía llegar a pasar.


Isabel Cristina Leopoldina Augusta Micaela Gabriela Rafaela Gonzaga de Bourbon-Duas Sicilias e Braganza, nació el 29 de julio de 1846. Fue la segunda hija del emperador Pedro II de Brasil, y su esposa, la princesa Teresa Cristina de Borbón-Dos Sicilias.
Con la prematura muerte de sus únicos hermanos varones, Isabel se convirtió en la legítima sucesora de su padre, siendo reconocida oficialmente como tal el 10 de agosto de 1850, cuando la Asamblea General, reunida en el Palacio del Senado la proclamó heredera al trono brasileño.


Período histórico: Estados Unidos de Brasil.
Billete de 50 (Primer) Cruzeiros.
Título: República Dos Estados Unidos Do Brasil.
Tesoro Nacional, Valor Legal (sin Estampa).
ND(1956-1959).
Anverso: Retrato de la Princesa Isabel de Braganza.
Printer: American Bank Note Company.
Tamaño: 157x67 mm.
Pick SCWPM-152.

Isabel se había casado con el Conde de Eu, el príncipe Gastón de Orleans en 1864. Sin embargo, la aparente esterilidad de la princesa Isabel fue un motivo de preocupación para el Imperio hasta que quedó finalmente embarazada en 1874; la pareja tuvo cuatro hijos.

Después de la Guerra de la Triple Alianza, donde el Conde de Eu tomó el mando de las tropas brasileñas contra Paraguay, la princesa Isabel de solo 24 años, se hizo cargo de la regencia por primera vez, con ocasión de uno de los viajes a Europa que su esposo realizó. En esas circunstancias, el 28 de septiembre de 1871 sancionó la llamada "Ley del Vientre Libre", lo que hizo libres a los hijos de esclavos nacidos después de esa fecha.
Ese fue el motivo que causó de manera directa el alejamiento de los designios del Imperio hacia Isabel, debido al rechazo por parte de un importante porcentaje de la población pudiente, comerciantes y de la nobleza.

El golpe militar, a favor de la república y liderada por el General Deodoro Da Fonseca, se concretó apoyado por los antiguos propietarios de esclavos que se negaban a aceptar la abolición decretada y firmada por la princesa.



Período histórico: República Federativa de Brasil.
Billete de 200 (Segundo) Cruzeiros.
Serie "69" (de los "ambigramas").
Título: Banco Central Do Brasil.
ND(1981-1984).
Anverso: Retrato de la Princesa Isabel.
Reverso: Escena de esclavas libertadas.
Printer: Casa da Moeda do Brasil.
Tamaño: 154x64 mm.
Pick SCWPM-199.

En síntesis, la posibilidad de que la princesa hubiese sido Emperatriz de Brasil, habría sido bastante complicada. La resistencia a aceptar a una mujer a la cabeza del Estado estaba igualmente compartida por el sistema político local. Aunque la Constitución permitía que una mujer accediera al trono, Brasil era un país muy tradicional y solo habría aceptado un sucesor varón como jefe de Estado.

Por otra parte, el republicanismo era una idea que no había prosperado en la sociedad brasileña de entonces, y encontraba poco apoyo en las provincias. Sin embargo, la combinación de las ideas republicanas con la difusión del positivismo en el interior del ejército y de los oficiales constituían un grave peligro para la monarquía; y por ello condujo a la indisciplina en el interior de los cuerpos militares. Algunos soldados soñaban con el advenimiento de una república de corte dictatorial que fuera superior a la monarquía liberal y democrática. Quizá esa sensación castrense haya sido la semilla que luego germinaría en los intentos de sublevaciones y en el golpe que desembocaría en el gobierno militar que copara la vida del gigante sudamericano en 1964.

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