Por Arq. Rodolfo Eduardo Medina.
Fueron tres hermanas, conocidas como María
Argentina Minerva, Antonia María Teresa, y Aida Patria Mercedes. Resultaron
asesinadas por estar en contra de la dictadura de Rafael Trujillo en la
República Dominicana. Su muerte, el 25 de noviembre de 1960, fue la gota que
derramó el vaso de todos los crímenes cometidos por el régimen trujillista; y
desde entonces se volvieron un símbolo en República Dominicana y en todo el
mundo.
Las hermanas Mirabal Torres crecieron en un
hogar rural acomodado de la sección Ojo de Agua en el municipio Salcedo. El
padre de las hermanas, Enrique Mirabal, fue un exitoso hombre de negocios.
Estudiaron como internas en el Colegio
Inmaculada Concepción de La Vega, dirigido por monjas españolas de la Orden
Terciarias Franciscanas de Jesús y María donde, tanto Minerva como María
Teresa, se destacaron por su inteligencia e interés en los estudios.
Cuando Trujillo llegó al poder, la familia
perdió casi toda su fortuna. Las Mirabal creían que Trujillo llevaría al país
al caos y por ello entraron a un grupo de oposición al régimen, conocido como
la agrupación política "Movimiento Revolucionario 14 de junio". Dentro de este grupo eran conocidas como
"Las Mariposas". Se les conocía así, porque ese era el nombre con que
Minerva se identificaba en las relaciones políticas.
Dos de las hermanas, Minerva y María Teresa,
fueron encarceladas, violadas y torturadas en varias ocasiones; una de ellas
fue a parar a la cárcel La Victoria. En esos días, ellas y sus esposos fueron
sometidos a una cruel tortura durante el régimen. A pesar de estos hechos, continuaron luchando
contra la dictadura, hasta que, después de varios encarcelamientos, Trujillo
decidiría terminar con las hermanas.
Foto retocada de María Argentina Minerva Mirabal Torres.
El 18 de mayo de 1960, las hermanas Minerva y
María Teresa habían sido juzgadas en Santo Domingo, al igual que sus esposos,
por "atentar contra la seguridad del Estado dominicano". Se les
declaró culpables y fueron condenadas a tres años de prisión. Inmediatamente
todos comenzaron a purgar sus penas; sin embargo, ellas no durarían mucho en la
cárcel.
En un gesto extraño, el 09 de agosto y por
disposición expresa del dictador, Minerva y María Teresa Mirabal fueron puestas
en libertad. Sus maridos, sin embargo, continuaron en prisión. Estas
disposiciones de Trujillo tenían un doble propósito: por un lado, pretendía
demostrar su "generosidad"; por el otro, les daba la libertad a
aquellas personas a quien él quería seguir hostilizando. Este último era el
caso de las Mirabal.
No bien habían pasado un par de semanas de la
libertad y ya existían informes sobre reuniones secretas contra el régimen
encabezadas de nuevo por las Hermanas Mirabal. Esto se suma a las presiones
internacionales producidas por el atentado en Venezuela contra el presidente
Rómulo Betancourt, por lo que la OEA sancionó al Estado dominicano con la
rotura de relaciones diplomáticas y económicas, y por la creciente caída de los
diferentes regímenes dictatoriales en América Latina. En este contexto,
Trujillo ordenó al general Pupo Román que preparara un plan para hacer
desaparecer definitivamente a las Hermanas Mirabal.
Le recomendó usar al SIM (Servicio de
Inteligencia Militar) para llevarlo a cabo. La primera medida que tomó Pupo
Román fue trasladar a los presos a la cárcel de Salcedo, al parecer aparentando
benevolencia, pues de este modo no tendrían que realizar largos viajes a la
cárcel de La Victoria, que era donde cumplían sus penas los esposos. En verdad,
esto era el inicio de la capitalización del plan para eliminar a las hermanas
Mirabal.
El general Pupo Román, cumpliendo las
orientaciones del Generalísimo, dejó en manos del SIM, que a la sazón estaba
dirigido por el Capitán de Corbeta de la Marina de Guerra Mayor Cándido Torres
Tejada, quien había sustituido al siniestro Johnny Abbes, que se encargaba en
ese momento de dirigir la campaña contra la Iglesia y la emisora Radio Caribe.
Pero, en verdad Abbes seguía dirigiendo con
sus ideas y tras bastidores al organismo opresor. Para dar cumplimiento a la
orden, Torres Tejada se dirigió a Santiago y le dio las instrucciones al jefe
del SIM en la zona norte, el entonces teniente Víctor Alicinio Peña Rivera y
según escribe en su libro el propio Peña Rivera, este le expuso el plan de la
siguiente manera:
<<Al día siguiente, el cabo de la
Policía Nacional Ciriaco de La Rosa llegó a los cuarteles del SIM en Santiago
para cumplir con el plan. Solicitó cuatro agentes y un vehículo para conformar
el escuadrón de acción. Peña Rivera asignó a Alfonso Cruz Valerio, Emilio
Estrada Malleta, Néstor Antonio Pérez Terrero y Ramón Emilio Rojas Lora.
El 18 de noviembre, el escuadrón regresó sin
cumplir la orden alegando que las hermanas Mirabal viajaban con niños. El 22 de
noviembre regresaron de nuevo alegando las mismas causas, pero el 25 de
noviembre se pudo comprobar que en esa visita no iban con niños, sino con un
chófer, Rufino de la Cruz, y otra de sus hermanas, Patria. Se decidió entonces
ejecutar el macabro plan. Tras despedirse de sus respectivos maridos en el patio
de la fortaleza, las tres mujeres y el chófer, salieron rumbo a Salcedo.
Ya fuera de Puerto Plata, el jeep se
desplazaba por la serpenteante carretera y al llegar al puente de Marapica,
fueron detenidos por cuatro hombres que iban en un vehículo, el cual
atravesaron en medio del puente. Las tres mujeres fueron obligadas, a punta de
pistola, a subirse al asiento trasero del vehículo de sus verdugos, mientras
tres de estos se montaban con el chófer en el jeep, dirigiéndose hacia La
Cumbre, donde estaba la casa, en la que les esperaba el capitán Peña Rivera
para darles las instrucciones finales.
Los dos vehículos entraron al patio de la
casa. Las hermanas y el chofer fueron llevados a la fuerza por los sicarios
dentro de la casa. De inmediato, Peña Rivera hizo una seña a de la Rosa para
que actuaran, retirándose hacia una lejana habitación de la casa. Entró a la
casa y los repartió entre sus otros tres compañeros que debían ejecutar el
plan, al igual que pañuelos para ahorcar a las víctimas>>.
Fue así entonces que durante varios minutos
unos quejidos y alaridos que no pudieron escucharse fuera de la estructura de
la vivienda construida de adobe y forradas de caoba fueron emitidos, y con la
respiración entrecortada, los sicarios dieron por terminada su labor de
exterminio.
Los cuerpos de las mujeres y el hombre ya no
hacían ningún movimiento convulsivo, las apalearon hasta morir para luego
introducir los cuerpos en el coche y simular un accidente de tráfico.
El sargento de la Rosa se dirigió entonces al
aposento donde estaba Peña Rivera y le dijo: <<Señor, misión
cumplida>>.
Trujillo creyó en el momento que había
eliminado un gran problema. Sin embargo, el asesinato le trajo muchos
inconvenientes y fue el principio de su desgracia. La muerte de las hermanas
Mirabal causó gran repercusión en la República Dominicana. La publicidad
resultante provocó que el pueblo dominicano se mostrara cada vez más proclive a
apoyar a las Mirabal y sus ideales. Esta reacción contribuyó a despertar
conciencia en el público y finalmente culminó con el asesinato del dictador el
30 de mayo de 1961.
Doña Bélgica Adela 'Dedé' Mirabal Reyes fue la
única de las hermanas que no fue asesinada. Dedé vivió en la casa donde
nacieron y trabajó para preservar la memoria de sus hermanas a través de la
Casa Museo Hermanas Mirabal, que también se encuentra en Salcedo.
Dedé escribió su primer y único libro
titulado "Vivas en su jardín", publicado el 25 de agosto de 2009. Falleció
el 01 de febrero de 2014 debido a problemas pulmonares. Uno de sus hijos, Jaime
David Fernández Mirabal, psiquiatra, fungió como vicepresidente durante el
primer período de gobierno de Leonel Fernández. También Minou Tavárez Mirabal,
filóloga, quien es hija de Minerva, fue diputada de la República Dominicana por
el Distrito Nacional y candidata a la presidencia por el partido Alianza por la
Democracia (APD) en las elecciones de 2016.
En honor a estas valientes mujeres, cada 25
de noviembre se conmemora el "Día Internacional de la Eliminación de la
Violencia contra la Mujer". Esto fue establecido en el Primer Encuentro
Feminista Latinoamericano y del Caribe celebrado en Bogotá, Colombia en 1981, y
aprobado por la resolución oficial de la ONU de su asamblea el 7 de febrero de
2000.
El 02 de octubre de 2007, el Banco Central de
la R.D. emitió un billete de 200 Pesos Oro, alusivo a las tres hermanas
Mirabal, formando parte de las siguientes emisiones del 2009 y 2013.
Período Histórico: Cuarta República.
Billete de 200 Pesos Oro.
Título: Banco Central de la República Dominicana.
2009.
Anverso: Patria, Minerva, y María Teresa.
Reverso: Monumento a las hermanas Mirabal, en Ojo de Agua.
Tamaño: 156x67 mm.
Pick SCWPM-178A.
Luego, la República Dominicana renovó su cono
monetario con nuevos billetes de Pesos reemplazando el sufijo "Oro"
por "Dominicano" en la nomenclatura monetaria a partir de 2014,
manteniendo el mismo formato y los mismos motivos expuestos sobre sus caras; el
ejemplar de 200 tuvo la actualización correspondiente en las siguientes series
desde 2017 al 2023.
Período Histórico: Cuarta República.
Billete de 200 Pesos Dominicanos.
Título: Banco Central de la República Dominicana.
2016.
Anverso: Patria, Minerva, y María Teresa.
Reverso: Monumento a las hermanas Mirabal, en Ojo de Agua.
Tamaño: 156x67 mm.
Pick SCWPM-191.
Rafael Leónidas Trujillo, amo y señor de
horca y cuchillo, que gobernó a la República Dominicana desde el 16 de agosto
de 1930 hasta la noche del 30 de mayo de 1961, terminó su borrachera de poder
omnímodo acribillado a tiros en la carretera que une Santo Domingo con San
Cristóbal. Lo mataron los conspiradores Juan Tomás Díaz (general retirado),
José Román Fernández, Antonio De la Maza (en venganza: Trujillo ordenó asesinar
a su hermano), y Amado García, su custodio personal.
El pueblo dominicano
–que por años lo había llamado “padrecito”– respiró la primera bocanada de
libertad. Nadie olvidó los miles de encarcelados, torturados, asesinados en las
mazmorras del dictador. Y mucho menos al mayor y más doloroso símbolo de
la resistencia: las hermanas Mirabal, las Mariposas.
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