miércoles, 4 de diciembre de 2024

LAS HERMANAS MIRABAL SILENCIADAS POR LA DICTADURA DE TRUJILLO

Por Arq. Rodolfo Eduardo Medina.

Fueron tres hermanas, conocidas como María Argentina Minerva, Antonia María Teresa, y Aida Patria Mercedes. Resultaron asesinadas por estar en contra de la dictadura de Rafael Trujillo en la República Dominicana. Su muerte, el 25 de noviembre de 1960, fue la gota que derramó el vaso de todos los crímenes cometidos por el régimen trujillista; y desde entonces se volvieron un símbolo en República Dominicana y en todo el mundo.


Foto de las hermanas Mirabal: Patria, Minerva, y María Teresa (de izq a der).

Las hermanas Mirabal Torres crecieron en un hogar rural acomodado de la sección Ojo de Agua en el municipio Salcedo. El padre de las hermanas, Enrique Mirabal, fue un exitoso hombre de negocios.

Estudiaron como internas en el Colegio Inmaculada Concepción de La Vega, dirigido por monjas españolas de la Orden Terciarias Franciscanas de Jesús y María donde, tanto Minerva como María Teresa, se destacaron por su inteligencia e interés en los estudios.


Casa familiar donde vivieron y crecieron las hermanas Mirabal.

Cuando Trujillo llegó al poder, la familia perdió casi toda su fortuna. Las Mirabal creían que Trujillo llevaría al país al caos y por ello entraron a un grupo de oposición al régimen, conocido como la agrupación política "Movimiento Revolucionario 14 de junio". Dentro de este grupo eran conocidas como "Las Mariposas". Se les conocía así, porque ese era el nombre con que Minerva se identificaba en las relaciones políticas.

Dos de las hermanas, Minerva y María Teresa, fueron encarceladas, violadas y torturadas en varias ocasiones; una de ellas fue a parar a la cárcel La Victoria. En esos días, ellas y sus esposos fueron sometidos a una cruel tortura durante el régimen. A pesar de estos hechos, continuaron luchando contra la dictadura, hasta que, después de varios encarcelamientos, Trujillo decidiría terminar con las hermanas.


Foto retocada de María Argentina Minerva Mirabal Torres.

El 18 de mayo de 1960, las hermanas Minerva y María Teresa habían sido juzgadas en Santo Domingo, al igual que sus esposos, por "atentar contra la seguridad del Estado dominicano". Se les declaró culpables y fueron condenadas a tres años de prisión. Inmediatamente todos comenzaron a purgar sus penas; sin embargo, ellas no durarían mucho en la cárcel.

En un gesto extraño, el 09 de agosto y por disposición expresa del dictador, Minerva y María Teresa Mirabal fueron puestas en libertad. Sus maridos, sin embargo, continuaron en prisión. Estas disposiciones de Trujillo tenían un doble propósito: por un lado, pretendía demostrar su "generosidad"; por el otro, les daba la libertad a aquellas personas a quien él quería seguir hostilizando. Este último era el caso de las Mirabal.

No bien habían pasado un par de semanas de la libertad y ya existían informes sobre reuniones secretas contra el régimen encabezadas de nuevo por las Hermanas Mirabal. Esto se suma a las presiones internacionales producidas por el atentado en Venezuela contra el presidente Rómulo Betancourt, por lo que la OEA sancionó al Estado dominicano con la rotura de relaciones diplomáticas y económicas, y por la creciente caída de los diferentes regímenes dictatoriales en América Latina. En este contexto, Trujillo ordenó al general Pupo Román que preparara un plan para hacer desaparecer definitivamente a las Hermanas Mirabal.

Le recomendó usar al SIM (Servicio de Inteligencia Militar) para llevarlo a cabo. La primera medida que tomó Pupo Román fue trasladar a los presos a la cárcel de Salcedo, al parecer aparentando benevolencia, pues de este modo no tendrían que realizar largos viajes a la cárcel de La Victoria, que era donde cumplían sus penas los esposos. En verdad, esto era el inicio de la capitalización del plan para eliminar a las hermanas Mirabal.

El general Pupo Román, cumpliendo las orientaciones del Generalísimo, dejó en manos del SIM, que a la sazón estaba dirigido por el Capitán de Corbeta de la Marina de Guerra Mayor Cándido Torres Tejada, quien había sustituido al siniestro Johnny Abbes, que se encargaba en ese momento de dirigir la campaña contra la Iglesia y la emisora Radio Caribe.

Pero, en verdad Abbes seguía dirigiendo con sus ideas y tras bastidores al organismo opresor. Para dar cumplimiento a la orden, Torres Tejada se dirigió a Santiago y le dio las instrucciones al jefe del SIM en la zona norte, el entonces teniente Víctor Alicinio Peña Rivera y según escribe en su libro el propio Peña Rivera, este le expuso el plan de la siguiente manera:


<<Al día siguiente, el cabo de la Policía Nacional Ciriaco de La Rosa llegó a los cuarteles del SIM en Santiago para cumplir con el plan. Solicitó cuatro agentes y un vehículo para conformar el escuadrón de acción. Peña Rivera asignó a Alfonso Cruz Valerio, Emilio Estrada Malleta, Néstor Antonio Pérez Terrero y Ramón Emilio Rojas Lora.

El 18 de noviembre, el escuadrón regresó sin cumplir la orden alegando que las hermanas Mirabal viajaban con niños. El 22 de noviembre regresaron de nuevo alegando las mismas causas, pero el 25 de noviembre se pudo comprobar que en esa visita no iban con niños, sino con un chófer, Rufino de la Cruz, y otra de sus hermanas, Patria. Se decidió entonces ejecutar el macabro plan. Tras despedirse de sus respectivos maridos en el patio de la fortaleza, las tres mujeres y el chófer, salieron rumbo a Salcedo.

Ya fuera de Puerto Plata, el jeep se desplazaba por la serpenteante carretera y al llegar al puente de Marapica, fueron detenidos por cuatro hombres que iban en un vehículo, el cual atravesaron en medio del puente. Las tres mujeres fueron obligadas, a punta de pistola, a subirse al asiento trasero del vehículo de sus verdugos, mientras tres de estos se montaban con el chófer en el jeep, dirigiéndose hacia La Cumbre, donde estaba la casa, en la que les esperaba el capitán Peña Rivera para darles las instrucciones finales.

Los dos vehículos entraron al patio de la casa. Las hermanas y el chofer fueron llevados a la fuerza por los sicarios dentro de la casa. De inmediato, Peña Rivera hizo una seña a de la Rosa para que actuaran, retirándose hacia una lejana habitación de la casa. Entró a la casa y los repartió entre sus otros tres compañeros que debían ejecutar el plan, al igual que pañuelos para ahorcar a las víctimas>>.


Fue así entonces que durante varios minutos unos quejidos y alaridos que no pudieron escucharse fuera de la estructura de la vivienda construida de adobe y forradas de caoba fueron emitidos, y con la respiración entrecortada, los sicarios dieron por terminada su labor de exterminio.

Los cuerpos de las mujeres y el hombre ya no hacían ningún movimiento convulsivo, las apalearon hasta morir para luego introducir los cuerpos en el coche y simular un accidente de tráfico.

El sargento de la Rosa se dirigió entonces al aposento donde estaba Peña Rivera y le dijo: <<Señor, misión cumplida>>.

Trujillo creyó en el momento que había eliminado un gran problema. Sin embargo, el asesinato le trajo muchos inconvenientes y fue el principio de su desgracia. La muerte de las hermanas Mirabal causó gran repercusión en la República Dominicana. La publicidad resultante provocó que el pueblo dominicano se mostrara cada vez más proclive a apoyar a las Mirabal y sus ideales. Esta reacción contribuyó a despertar conciencia en el público y finalmente culminó con el asesinato del dictador el 30 de mayo de 1961.


Monumento a las Hermanas asesinadas en Ojo de Agua, Salcedo.

Doña Bélgica Adela 'Dedé' Mirabal Reyes fue la única de las hermanas que no fue asesinada. Dedé vivió en la casa donde nacieron y trabajó para preservar la memoria de sus hermanas a través de la Casa Museo Hermanas Mirabal, que también se encuentra en Salcedo.

Dedé escribió su primer y único libro titulado "Vivas en su jardín", publicado el 25 de agosto de 2009. Falleció el 01 de febrero de 2014 debido a problemas pulmonares. Uno de sus hijos, Jaime David Fernández Mirabal, psiquiatra, fungió como vicepresidente durante el primer período de gobierno de Leonel Fernández. También Minou Tavárez Mirabal, filóloga, quien es hija de Minerva, fue diputada de la República Dominicana por el Distrito Nacional y candidata a la presidencia por el partido Alianza por la Democracia (APD) en las elecciones de 2016.

En honor a estas valientes mujeres, cada 25 de noviembre se conmemora el "Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer". Esto fue establecido en el Primer Encuentro Feminista Latinoamericano y del Caribe celebrado en Bogotá, Colombia en 1981, y aprobado por la resolución oficial de la ONU de su asamblea el 7 de febrero de 2000.

El 02 de octubre de 2007, el Banco Central de la R.D. emitió un billete de 200 Pesos Oro, alusivo a las tres hermanas Mirabal, formando parte de las siguientes emisiones del 2009 y 2013.



Período Histórico: Cuarta República.
Billete de 200 Pesos Oro.
Título: Banco Central de la República Dominicana.
2009.
Anverso: Patria, Minerva, y María Teresa.
Reverso: Monumento a las hermanas Mirabal, en Ojo de Agua.
Tamaño: 156x67 mm.
Pick SCWPM-178A.

Luego, la República Dominicana renovó su cono monetario con nuevos billetes de Pesos reemplazando el sufijo "Oro" por "Dominicano" en la nomenclatura monetaria a partir de 2014, manteniendo el mismo formato y los mismos motivos expuestos sobre sus caras; el ejemplar de 200 tuvo la actualización correspondiente en las siguientes series desde 2017 al 2023.



Período Histórico: Cuarta República.
Billete de 200 Pesos Dominicanos.
Título: Banco Central de la República Dominicana.
2016.
Anverso: Patria, Minerva, y María Teresa.
Reverso: Monumento a las hermanas Mirabal, en Ojo de Agua.
Tamaño: 156x67 mm.
Pick SCWPM-191.

Rafael Leónidas Trujillo, amo y señor de horca y cuchillo, que gobernó a la República Dominicana desde el 16 de agosto de 1930 hasta la noche del 30 de mayo de 1961, terminó su borrachera de poder omnímodo acribillado a tiros en la carretera que une Santo Domingo con San Cristóbal. Lo mataron los conspiradores Juan Tomás Díaz (general retirado), José Román Fernández, Antonio De la Maza (en venganza: Trujillo ordenó asesinar a su hermano), y Amado García, su custodio personal.


El pueblo dominicano –que por años lo había llamado “padrecito”– respiró la primera bocanada de libertad. Nadie olvidó los miles de encarcelados, torturados, asesinados en las mazmorras del dictador. Y mucho menos al mayor y más doloroso símbolo de la resistencia: las hermanas Mirabal, las Mariposas.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

EL REGALO DE BOCHICA Y LOS PENANTES DANZANTES DE LA CASCADA

Por Arq. Rodolfo Eduardo Medina. Cuando la vi por primera vez, en febrero de 1985, quedé tan horrorizado como sorprendido y maravillado. De ...