Por Arq. Rodolfo Eduardo Medina.
Existe un billete que cuenta de manera velada una historia de José Asunción Silva Gómez, poeta bogotano que se enamoró de su
hermana, a quien le escribió el poema "El Nocturno, Parte 3", que es el que aparece -un fragmento- en la lápida que forma parte de la imagen central del reverso del billete de CINCO MIL PESOS de Colombia que circuló a partir de 1995.
Billete de 5.000 Pesos.
Título: Banco de la República.
2004.
Anverso: José Asunción Silva.
Anverso: José Asunción Silva.
Reverso: Bosque nocturno con Elvira Silva, y pedestal con fragmentos de poema.
Printer: Imprenta de Billetes Bogotá - Colombia.
Tamaño: 140x70 mm.
Pick SCWPM-447.
Su hermana era la inspiración para escribir
los poemas y a quien nunca le pudo expresar ese amor por miedo a ser fusilado. Al tiempo, ella muere, y tres años después, él realiza una reunión con todos sus
amigos (una noche de copas) en la que, ya estando un tanto ebrio, le solicita al médico de cabecera de
ese entonces que le marque una cruz en su corazón sin razón alguna. Ya caída la
madrugada, Asunción Silva procede a dispararse en el corazón.
"Por la senda que atraviesa la llanura florecida caminabas y la luna llena por los cielos azulosos, infinitos y profundos esparcía su luz blanca".
El poema de marras se llama "Melancolía", y un fragmento del mismo se encuentra impreso en microescritura sobre el pedestal de una urna que está al lado derecho del grabado que adorna el reverso del billete mencionado.
Este billete fue una edición conmemorativa dedicada al poeta, que entró en circulación el 22 de septiembre de 1995, y fue emitido como reemplazo a los
billetes previos de 5.000 Pesos "Rafael Nuñez" (que ya estaban desprovistos de la palabra "ORO" de su valor), involucrados en el robo masivo al Banco de la República, sede de la ciudad de Valledupar, en 1994.
Originalmente su diseño se tenía previsto para imprimir el billete
de 20.000 de esa época. Sin embargo, tuvo que rediseñarse rápidamente para lanzar el nuevo de 5.000, en menos de un mes.
El artista bogotano Juan Cárdenas fue el artífice diseñador de este magnífico billete, logrando un poético resultado gráfico con toques Art Nouveau.
José Asunción Silva fue un destacado poeta y figura central del modernismo literario en América Latina. Nació el 27 de noviembre de 1865 en Bogotá. El rostro plasmado sobre el anverso es un grabado basado en una interpretación de una fotografía tomada en 1894, dos años antes de su trágica muerte a los 29 años de edad.
A la derecha del retrato del poeta en el billete se puede apreciar una luciérnaga reposando sobre unas lajas, pues Silva las recordaba en su Nocturno: "Una noche en que ardían en la sombra nupcial y húmeda, las luciérnagas fantásticas".
Pero la luciérnaga no es el único animal que aparece en el anverso del billete, pues en la parte izquierda se ve una rana sobre unas hojas y plantas recordando otro fragmento del poema: "Los ladridos de los perros a la luna, a la luna pálida y el chillido de las ranas".
Sin embargo, sobre el reverso del billete, se encuentra el motivo principal, el recuerdo de su hermana. En la escena se puede apreciar una joven paseando por una alameda acompañada por la luna llena, figura importante de ese lado del billete (coincidente con la marca de agua) y que también fue inmortalizada en el poema.
La hermana del poeta, Elvira Silva Gómez, fallece en 1891 víctima de una neumonía. En una carta escrita de Asunción Silva, enviada a su amigo Eduardo Villa, escribió: "Mi vida queda apenas alumbrada por otras luces y no volverá a tener nunca la claridad triunfal de mediodía con que ella la iluminaba".
Francisco Villaespesa (poeta español ahora olvidado) dijo alguna vez: "Se mató porque después de haber escrito una poesía tan intensa, ni la naturaleza ni la vida podían ofrecerle nada, porque ya esa (la poesía) le había dado la inmortalidad".
Por otra parte, Miguel de Unamuno, en su prefacio al primer libro de Silva, publicado en 1907 bajo el título Poesías, dice: "En rigor, la tortura metafísica fue la que mató a Silva. Él canta como un pájaro, pero un pájaro triste, que siente el advenimiento de la muerte a la hora que se acuesta el sol".
Su madre, Vicenta Gómez, expresó una frase lacónica dirigida a los primeros dolientes que fueron a darle las condolencias: "Mire cómo nos dejó ese zoquete!".
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