sábado, 2 de noviembre de 2024

MEMORIAS DE A CINCUENTA SUCRES

Por Arq. Rodolfo Eduardo Medina.

Hubo un tiempo que Ecuador disponía de un signo monetario cuya prestancia y diseño resultaba ser bastante respetable. Era un orgullo cargar en los bolsillos esos billetes pintorescos con relativo poder adquisitivo y colores chillones en los reversos. Como por ejemplo, el billete con tonalidad verde pimiento que destacaba sobre el reverso del ejemplar de CINCUENTA SUCRES.

Formó parte del cono monetario inicial que el Banco Central del Ecuador mandó a confeccionar a partir del año 1950 y que permanecieron en circulación hasta entrados los años 90s, los cuales poseían dimensiones homogéneas con tamaño standard (similar al dólar estadounidense): los valores que circulaban eran de 5, 10, 20, 50 y 100 (los valores mayores a partir de 500 aparecieron desde el año 1976).

El billete de 50 sucres tuvo dos diseños en circulación, destacándose el motivo del anverso caracterizado por la visión distinta del Monumento de la Columna de los Próceres: la diferencia principal era la perspectiva de la misma. Los anversos y reversos correspondientes variaban en cuanto a los ornamentos estilísticos de los bordes.

Vista del monumento y parque (panorámica).- Primer tipo:


Vista frontal del monumento (escala peatonal).- Segundo tipo:


- En un primer tipo, ofrecía la imagen panorámica a cierta altura, del Parque Centenario con el monumento, apreciándose los edificios ubicados en el contorno del parque; también incluía los cerros adyacentes de la ciudad, tal cual eran en ese tiempo.
- En el segundo tipo, solo era la vista frontal directa, a escala peatonal, del monumento con la vegetación circundante a ambos lados.

Antes de aquel tiempo y durante casi tres décadas, el BCdE emitió billetes sucre con formato de mayor tamaño (conocidos como "sábanas") y escalonados según el valor correspondiente.



Billete de 50 Sucres (tipo "Sábana").
Título: Banco Central del Ecuador.
Texto: Sociedad Anónima; Capital autorizado 20.000.000 sucres.
1941.
Anverso: Alegoría femenina al comercio y trabajo.
Alude a Aequitas, que en la mitología romana es la diosa del comercio justo y los comerciantes honestos.
Reverso: Marco, Escudo de Armas, y valor facial.
Printer: American Bank Note Company ABNC.
Pick SCWPM-94.

El primer ejemplar "tamaño chico" que se emitió fue en el año 1950 (primer tipo imagen del Monumento), cuya impresión corrió por cuenta de la Waterlow & Sons, Limited. Posteriormente hubo emisiones entre 1957 y 1982 provenientes de la casa de impresión Thomas de la Rue & Co -TDLR-. Entre los años 1984 y 1988 se emitieron nuevas series sin constar la casa de impresión por escrito.

El segundo tipo (en cuanto a imagen del Monumento) se emitió en varias fechas, entre 1968 y 1976, siendo la casa de imprenta la American Bank Note Company -ABNC-.



Billete de 50 Sucres (Primer tipo).
Título: Banco Central del Ecuador.
Texto: Sociedad Anónima.
1974.
Anverso: Vista panorámica del Parque Centenario con Columna de los Próceres.
Reverso: Marco, Escudo de Armas, y valor facial.
Printer: Thomas de La Rue & Co. Ltd.
Tamaño: 140x65 mm.
Pick SCWPM-116d.



Billete de 50 Sucres (Segundo tipo).
Título: Banco Central del Ecuador.
Texto: Sociedad Anónima.
1971.
Anverso: Vista peatonal frontal del Monumento Columna de los Próceres.
Reverso: Marco, Escudo de Armas, y valor facial.
Printer: American Bank Note Company.
Tamaño: 140x65 mm.
Pick SCWPM-104b.

Este billete, al igual que todo el cono monetario de sucres contemporáneos, mostraba un diseño clásico simétrico en las dos direcciones, apelando a las plantillas que las casa impresoras reconocidas y autorizadas utilizaban como modelo para confeccionar la mayoría de los billetes que los países en aquellos tiempos demandaban.

Como lo mencioné, sobre el anverso se hallaba plasmado la imagen del monumento de la Columna de los Próceres de la Independencia del Nueve de Octubre de 1820, ubicado sobre el centro geométrico de la Plaza del Centenario, punto "cero" de la ciudad de Guayaquil.
Acerca de esta obra, fue diseñada por el escultor catalán Agustín Querol y Subirats, quien en 1907 ganó el concurso internacional convocado para renovar la plaza con ocasión del primer centenario de la fecha libertaria. La escultura no fue culminada por su fallecimiento, siendo encargada a Cipriano Folgueras, y que a su vez fue sustituido por Josep Montserrat. La columna fue inaugurada en solemne acto público el 9 de octubre de 1918; simultáneamente se diseñaron los espacios verdes y las circulaciones de la plaza, y se colocaron las demás estatuas realizadas por el artista italiano Giuseppe Beneduce.


Se trata de una columna conmemorativa, de orden clásica tipo pseudo corintio (pedestal, base, fuste y capitel), la cual mide 27 metros de altura total (desde la base hasta el farol); pesa con sus cimientos 22,5 toneladas y su costo se valoró en unos 500.000 Sucres de la época. El monumento, con todo y base, descansa sobre un dado de hormigón armado de 6x6 metros cuadrados.
El fuste de la columna, con relieves de figuras femeninas que ascienden sobre la superficie cilíndrica, está hecha de bronce con una longitud de 10,8 metros, y contiene la escritura del Acta de Independencia de la ciudad.
En la base de granito se observan cuatro estatuas orientadas de manera cardinal (José Joaquín de Olmedo, José de Villamil, José de Antepara, Capitán León de Febres Cordero). Además se ubican cuatro figuras alegóricas en los ángulos de la base, cuatro bajorrelieves y ocho medallones sobre las superficies.
Las cuatro figuras alegóricas representan a la Historia, la Justicia, el Patriotismo, y el Heroísmo.
Sobre la fachada perimetral del capitel se distingue una joven hincada y la imagen de Ícaro. Finalmente, sobre el remate se halla coronado por la estatua de una mujer envuelta en túnica, sosteniendo el farol de la libertad, y a sus pies un cóndor en actitud de emprender el vuelo.


La hermosa obra simboliza el espíritu humano, alumbrando la vía con la luz del entendimiento. En algunas ciudades del mundo se encuentran hermanados varios ejemplos de monumentos similares: por ejemplo en el Paseo de La Reforma de la ciudad de México DF (Monumento del Ángel de La Independencia), y en el Tiergarten de Berlín (Columna de La Victoria).

Monumento del Ángel de la Independencia, México DF:


Columna de la Victoria, Berlín:


Columna de los Próceres, Guayaquil:


En cuanto al Parque Centenario, ocupa una extensión de cuatro manzanas (unas 20 hectáreas), sobre cuya superficie se encuentran varias piletas y jalonado por otras esculturas (Hermes, Artemisa, Gea, y Poseidón). El diseño del parque sigue la línea tradicional del trazado de los bosques sagrados de la Grecia Clásica, que contemplan espacios dedicados a los cuatro elementos: Fuego, Tierra, Agua, Aire.

Toma aérea del Parque Centenario. Imagen tomada en 1920.
Orientación: Av. Nueve de Octubre Oeste, lado superior de la imagen.
(Fotografía Patrimonial, Biblioteca Municipal de Guayaquil):


Toma aérea de dron del Parque Centenario. Imagen tomada en 2020.
Orientación: Av. Nueve de Octubre Oeste, hacia lado superior de la imagen.
(Fotografía Michael51989):


Sobre el reverso constaba de manera central en la gráfica el Escudo de Armas Nacional, el cual durante los 70s, fue sometido a modificaciones en sus detalles, con carácter oficial.
Estos cambios se verifica entre las emisiones de 1974 y 1980 de los billetes de 50, entre otros detalles:

El óvalo del emblema patrio se halla más estilizado y alargado en la nueva versión a partir de 1980.
Cambios en el paisaje interior del óvalo:
El Chimborazo modificado ofrece una vista con sus cuatro cumbres diferenciadas (Whymper, Veintimilla, Politécnica, y Nicolás Martínez, en ese orden de altura) tal como se vería desde el callejón interandino con vista hacia el oeste -imagen no del todo real por la ubicación geográfica-, mientras que en la anterior versión el nevado aparecía de escorzo (tal como se vería desde una perspectiva suroeste, con la cara mirando hacia la costa).
El río Guayas modificado aparece largo con contornos sinuosos, mientras que el anterior posee características de estuario con su nacimiento de manera directa desde las nieves eternas del coloso.
El cóndor modificado aparece en posición más erguida con las alas en reposo, mientra que en el anterior se lo ve agazapado con las alas tensas para el vuelo.
En el escudo modificado y estilizado, aparecen las puntas terminales de las lanzas cruzadas detrás de las banderas. Antes no.

Escudo de Armas Nacional oficial sin modificar (hasta 1974):


Escudo de Armas Nacional oficial modificado (a partir de la emisión de 1980):


Un detalle a tomar en cuenta es que todos los billetes emitidos hasta 1982 poseían el texto "Sociedad Anónima" debajo del título del anverso del billete, Banco Central del Ecuador. Posteriormente, y a partir de 1984, se suprime dicho texto.





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RECUERDOS PERSONALES.

Cincuenta Sucres! Cuánta plata representaba esa cifra en los primeros años de la década de los 70s, Más aún, para un nene de ocho años; un tiempo en el que el pasaje de colectivo aún no alcanzaba el valor de la "ayora" (término antiguo que las generaciones antecesoras aplicaban a la moneda de Un Sucre). De acuerdo a la cotización histórica del sucre en 1975, uno de estos billetes verdes equivalía a unos US$ 2.

Por esos años, a mí ya se me había despertado el interés y la curiosidad por la notafilia, la rama del coleccionismo que se ocupa de investigar, juntar, y catalogar todo lo referente al arte del papel moneda.

Precisamente a esa edad, yo ya había notado la diferencia en los billetes de 50 sucres, los que a veces se parqueaban en alguna mesita de mi casa, destinados para alguna transacción por parte de los adultos. Alguna vez logré ver dos ejemplares distintos juntos, y me pregunté porqué había dos tipos diferentes. Supongo que dicha observación ayudó mucho más a mi inclinación y determinación por el precoz hobby, observación que, para la mayoría de la población le resultaba poco interesante o incluso ignoraba la existencia de la diferencia entre estos billetes que circulaban simultáneamente.

Esa característica hizo que esta pieza, dentro del grupo de los billetes que circulaban en aquel momento en Ecuador, tenga un pequeño valor histórico agregado para los guayaquileños, pues señalaba un testimonio gráfico de la evolución de un sitio emblemático, ese Guayaquil aún pequeño, ordenado y tranquilo, cuya esencia urbana, de identidad suficiente y bucólica, se iría perdiendo paulatinamente con el transcurso de la globalidad y la masividad del futuro en ciernes, a veces no tan deseable.

Finalmente, en el cono monetario ecuatoriano sería la única imagen impresa de un sitio panorámico del país, hasta que incursionó, inflación mediante, el billete de Diez Mil Sucres, con la Plaza Grande de Quito sobre su reverso.

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