sábado, 1 de febrero de 2025

EL SAQUEO GRIEGO POR PARTE DE LAS POTENCIAS DEL EJE DE 1940

 Por Arq. Rodolfo Eduardo Medina.

Como muchos otros estados a lo largo de su historia reciente, Grecia también padeció un profunda crisis inflacionaria, en este caso, durante la Segunda Guerra Mundial. A diferencia de la República de Weimar, cuya mediática hiperinflación aconteció en el período de entre guerras mundiales (años 1920) y, el caso de Hungría, que tomó lugar prácticamente al final de la IIGM.

La hiperinflación griega se produjo entre 1941 y 1946 durante el transcurso de la última conflagración mundial y la ocupación del Eje. En un estudio completo acerca de esta temática, Michael R. Palairet, de la Universidad Centroeuropea (institución que se dedica a la investigación y al compromiso cívico), la describió como un "período de cincuenta meses de hiperinflación extraordinariamente largos".


Palairet atribuye su duración al hecho que los gobiernos de Grecia en esa época no hicieron ningún esfuerzo por cobrar impuestos y siempre pudieron imprimir tanto dinero como necesitaban para financiarse.

Aunque en años anteriores Grecia había estado plagada de déficits presupuestarios crónicos, antes de la IIGM las finanzas del país helénico, bajo el dictador Loannis Metaxas en el poder desde 1936, se volvieron altamente favorables, con el gobierno teniendo superávits hasta el año financiero 1939-1940. Así, las raíces de la hiperinflación griega se remontan a octubre de 1940 cuando el ejército de la Italia fascista invadió el país. Durante los siguientes seis meses, Metaxas estaba luchando una guerra contra el ejército italiano y, claramente incapaz de recaudar suficientes impuestos o rentas, dependió completamente de los préstamos del Banco de Grecia, lo que llevó a un aumento del 72% en el volumen de billetes de Dracmas en abril.

La DRACMA (dividida en 100 lepta) fue el sistema monetario griego que estuvo vigente desde 1833 hasta 2001. Remontándonos a los orígenes de la moneda en general, las piezas metálicas y redondas convencionales que solemos utilizar de manera cotidiana a través de todo el Mundo, tiene su lugar de nacimiento en Asia Menor, de donde pasó al extremo meridional de la península Balcánica. Entre la primitivas emisiones metálicas griegas, la más conocida es la Dracma, cuyos antecedentes se remontan a las premonedas rituales de hierro, no muy diferentes de las utilizadas hasta bien avanzado el siglo XX en algunas regiones subsaharianas.


El tirano Fidón de Argos, a finales del siglo VIII a.C. estableció un sistema de pesas y medidas, tomando como unidad el Óbolo, una fina barra de metal similar a un espeto o asador, posiblemente utilizado en los sacrificios rituales religiosos. El conjunto de seis varillas u "óbolos" que se podían sujetar con una mano recibió la denominación de "dracma", y poco tiempo más tarde, cuando comenzaron a fabricarse monedas de plata en Atenas, "heredaron" los mismos nombres de las antiguas premonedas de hierro. En aquella época, la moneda de Un Dracma contenía 4.30 gramos de plata.

Con algunas excepciones (Esparta mantuvo durante algún tiempo las primitivas monedas de hierro) el sistema de óbolos y dracmas de plata se expandió por toda Grecia, donde la moneda más frecuente acabó siendo la Tetradracma Ateniense (equivalente a cuatro dracmas), cuyas primeras emisiones se remontan al siglo V a.C., y que presenta el perfil de la diosa Atenea en el anverso, y el mochuelo con una rama de olivo en el reverso, motivo que se mantiene en la actual moneda de Un Euro de Grecia.


Sin embargo, la historia de la Dracma es intermitente. Tras la desaparición del Imperio Romano, Grecia quedó integrada al Imperio Bizantino, el cual perduró desde el siglo V hasta el año 1453. En ese tiempo, las monedas circulantes en la zona fueron los sólidos, silicuas, y follis bizantinos, si bien en algunas regiones, a partir del siglo XIV, circularon los dineros torneses de origen francés.

Tras la caída del Imperio Bizantino, Grecia fue incorporada al Imperio Otomano, hasta que, con el apoyo de las potencias europeas, recobró el statu de estado independiente a comienzos del siglo XIX. En 1827 se proclamaba el primer gobernador de la nueva república; y el 08 de febrero de 1833 se establecía la Dracma como la moneda de curso legal del país Helénico. La moneda asistió a ajustes de tipo monetario debido a la IIGM, produciendo una enorme crisis.

En efecto, la depreciación de la Dracma comenzaba a dispararse en abril de 1941 cuando el gobierno de Tsouderos se trasladó a Londres junto con el gobernador del Banco de Grecia, Kyriakos Varvaresos, y el vicegobernador, Georgios Mantzavinos, ambos despedidos por las potencias ocupantes. La nación sería ocupada por una coalición de Alemania, Italia, y Bulgaria, que dividiría el país en tres regiones entre las cuales no se permitiría ningún movimiento de bienes o personas.


Una vez que Grecia estuvo completamente ocupada, el Eje saqueó todas las reservas de aceite de oliva, aceitunas, higos, y pasas, y entregó las minas de cromo, bauxita, manganeso, molibdeno, y níquel. El valor de la Dracma se fijó inicialmente lo más bajo posible para que el Eje obtuviera las exportaciones griegas lo más baratas posible, mientras que al mismo tiempo también se puso en circulación el dinero de ocupación italiano y alemán. Finalmente, las "monedas de ocupación" fueron desechadas y los ocupantes cobraron un pago mensual en Dracmas del banco central exiliado.

Los efectos de la ocupación produjeron un desplazamiento de la actividad hacia el mercado negro, lo que restringió aún más las finanzas gubernamentales y la impresión de dinero.


EN LAS PUERTAS DE LA HIPERINFLACIÓN.

Dado que no había manera de cubrir los costos de los gobiernos del Eje mediante impuestos, a los que los griegos tenían una tradición de resistencia, la impresión de dinero se convirtió en el único medio posible. La inflación mensual superaría el 50% ya en mayo de 1941, y seguiría siendo alta, aunque errática, hasta fines de 1942, cuando las tiendas ya habían estado vaciadas, y la ropa, los zapatos y los medicamentos eran inalcanzables.

A finales de 1942, la ocupación germana intentó frenar la alta inflación a través de un programa lanzado por Hermann Neubacher, miembro del Partido Nazi de larga data y ex alcalde de Viena.

Desde el período inicial de la ocupación del Eje, la Dracma había pasado de estar infravalorado a estar sobrevalorado debido al aumento del señoreaje y a los controles gubernamentales diseñados para abaratar las importaciones para los ocupantes del Eje. Al principio el programa de Neubacher sería bastante exitoso y estable pero no tardaron en aparecer los efectos nocivos.

A partir de la primavera de 1943, los precios comenzaron a aumentar de nuevo, ya que se hicieron esfuerzos para utilizar a los trabajadores griegos para proveer al Reich alemán en lugar de a la población griega. Como los trabajadores fueron desviados de la producción de bienes, la inflación regresó y aumentó por encima del 50% mensual en octubre de 1943, después de la retirada de Italia del país, aunque la tasa de aumento de la oferta monetaria se mantuvo estable durante varios meses en ambos lados.



A diferencia de las hiperinflaciones más conocidas en Alemania y Hungría, los estudios han demostrado que durante este período de la hiperinflación griega la retroalimentación, contrariamente a los modelos convencionales de hiperinflación, fue de la inflación a la creación de dinero, de modo que el aumento de la velocidad del dinero fue anterior a los aumentos en el señoreaje.

Sin embargo, a finales de 1943, la cantidad de billetes de Dracma se había multiplicado por 72, mientras que los precios en términos de Soberanos de Oro se habían multiplicado por 155. A medida que los griegos fueron recurriendo gradualmente al oro en lugar de las Dracmas para sus intercambios, y el señoreaje siguió siendo muy elevado, la ocupación alemana obligó a comprar cada vez más oro a cambio de Dracmas y la inflación fue empeorando cada vez más. Llegó al 534% mensual en agosto de 1944, y en octubre llegó al 7.459% mensual, es decir, los precios se duplicaban cada 4,23 días. Algunas fuentes sugieren que en el pico absoluto de hiperinflación los precios se duplicaban cada 28 horas, comparable al caso de Zimbabwe a finales de los años 2000.


EFECTOS DE LA HIPERINFLACIÓN.

Como una consecuencia esperable, la hiperinflación fue desastrosa para los trabajadores y campesinos de Grecia: los salarios reales cayeron más del 50% entre la invasión de la Italia de Mussolini y el pico de la inflación. El agotamiento del oro, a medida que las existencias de bienes caían con la salida de los nazis, exacerbó aún más la escasez y obligó a las empresas a volver al trueque. En general, se cree que los nazis y otros ocupantes recaudaron 12.600.000.000 de Dracmas de 1940, y la hiperinflación fue el principal agente para transferir el poder de mercado de los nativos a las potencias del Eje. Incluso el trabajo de la Wehrmacht se vio afectado: las economías de trueque basadas en huevos de Soberanos de Oro se desarrollaron incluso para armas pequeñas como granadas de mano.

En el pico del período hiperinflacionario se emitieron billetes con valores nominales de hasta 100.000.000.000 de Dracmas, y se estima que la cantidad total de billetes de Dracma había aumentado en un factor de 826 millones. Los Soberanos de Oro reemplazaron en gran medida al Dracma como medio de intercambio y depósito de valor. A propósito, el Soberano de Oro era entonces una moneda de oro del Reino Unido, con el valor facial de una Libra Esterlina.


Anverso de billete de 100.000.000.000 de Dracmas (cien mil millones, en la escala numérica larga o hispanohablante). Para la impresión de los valores se recurrió a la cifra entera en dígitos sin los ceros que denotaban los miles o los millones; en este caso, la cifra en número era de 100 (mil millones).

Mientras que en 1938, un billete de Dracma se conservaba durante un promedio de cuarenta días, en 1944 los griegos conservaban los billetes durante un promedio de solo cuatro horas.
Otro efecto de la hiperinflación fue aumentar la popularidad del Partido Comunista de los Trabajadores (EAM), que tomaría el control de grandes áreas del país a medida que las fuerzas del Eje eran rechazadas por el Ejército Rojo.

La lección de la Historia nos enseña que, al igual que otros casos de países europeos que padecieron la barbarie de la guerra protagonizada por el III Reich, tampoco hay que olvidar que Grecia fue una víctima más, un país destruido por el ejército nacionalsocialista y después por el británico, destrucción que no solo abarcó lo humano y los bienes materiales, sino también la salud de la Dracma.

Pese a formar parte del bando vencedor, Grecia fue de las naciones peor paradas: al terminar el conflicto, tres cuartas partes de su flota mercante estaban destruidas, con sus conexiones marítimas cortadas, alrededor de 2.000 poblaciones arrasadas y una disminución de un 25% en su superficie cultivada. A todo ello hay que añadir la paralización de la importación de granos, que tuvo como consecuencia el padecimiento de hambre por parte de la población. Si las hiperinflaciones son en general experiencias para olvidar, el caso griego tuvo lugar en un contexto especialmente lamentable y doloroso.


INTENTOS DE ESTABILIZACIÓN.

En el punto álgido de la hiperinflación, Atenas quedaba liberada el 14 de octubre de 1944, bajo el control británico. Para entonces, los valores faciales de 10.000.000.000 y de 100.000.000.000 de Dracmas estarían circulando en los días posteriores. Entonces, se solicitó a Sir Sigismund David Waley (experto financiero y Tercer Secretario del Tesoro Británico) que elaborara un plan para estabilizar la Dracma.

En noviembre, Waley presentaría un plan basado en la redenominación de la Dracma "hiperinflada" a una tasa de 50.000.000.000 (cincuenta mil millones) de Dracmas antiguas por 1 Dracma nueva, con la nueva Dracma convertible a Libras Esterlinas a una tasa de 600:1, aunque disponible sólo para cantidades superiores a 12.000 Dracmas nuevas.

Este plan, acompañado de congelaciones de salarios a niveles bajos, y la importación de Soberanos de Oro para que el Banco de Grecia los vendiera a precios fijos, se llevaría a cabo el 11 de noviembre de 1944. Sin embargo, los precios continuarían aumentando en los siete meses siguientes: un 140% en términos de precios al consumidor y hasta un 800% en precios del Oro Soberano. Además, la brecha entre los tipos de cambio oficiales y del mercado negro aumentó, y en la primavera la inflación aumentó aún más, y el tipo del Patrón Oro superó nuevamente el 100% durante mayo de 1945.

Tan pronto como dos semanas después del anuncio de la estabilización, la oferta monetaria total había superado el máximo planeado de 1.500.000.000 (mil quinientos millones) de Dracmas nuevas, solo en Atenas, donde la oferta limitada de bienes ejerció una severa presión al alza sobre los precios.

El fracaso del plan de Waley para estabilizar la Dracma llevó al gobernador del Banco de Grecia, Kyriakos Varvaressos, a idear un nuevo plan el 04 de junio de 1945, basado en un aumento radical de los impuestos directos, especialmente sobre los ingresos corporativos, un aumento de la ayuda exterior, la devaluación de la Dracma, además de severos controles sobre las importaciones, los precios, y los salarios.

Aunque el plan de Varvaressos supuestamente insistía en el dinero fuerte, estaba claro que, al igual que el plan anterior de Waley, no iba a frenar la inflación porque no podía tolerar aumentos en los impuestos indirectos, mientras que el despilfarro financiero en el sector público no se abordara nuevamente. Además, el gobierno no pudo garantizar el suministro de bienes sujetos a controles de precios. En consecuencia, después de una caída inicial de los precios, la hiperinflación otra vez regresó en los últimos meses de 1945, con un índice inflacionario mensual que alcanzó más de 120% para diciembre.

La estabilidad monetaria recién llegaría a partir de 1953 y luego de una guerra civil que duró hasta 1950. Esto solo se alcanzó gracias al aumento de las ayudas extranjeras, especialmente del Plan Marshall. Así, a partir de 1952 se redujo drásticamente los índices de crisis económica y Grecia se vio en condiciones de suscribir los acuerdos de Bretton Woods.

Para 1953, un Dólar US$ se cambiaba por 30.000 Dracmas aproximadamente. En 1954 la moneda se revaluaría por segunda vez con una tasa de cambio de 1.000 Dracmas viejas por 1 Dracma nueva; además, de manera inicial, se ancló al Dólar en una tasa fija de 30 Dracmas nuevas por cada US$.
Posteriormente, los acuerdos de Bretton Woods se abolieron en 1973 y la moneda empezó una última fase de depreciación gradual, llegando a cotizar hasta las 400 Dracmas. Como mencioné anteriormente, la moneda nacional fue sustituida oficialmente por el Euro el 01 de enero de 2002.


CONOS MONETARIOS GRIEGOS, HIPERINFLACIÓN DÉCADA DE 1940.

Habiendo sido Grecia un país ocupado por las potencias del Eje europeo, no deja de llamar la atención, la semejanza de los billetes producidos durante esta época por la OCUPACIÓN ALEMANA, con los notgeld o "billetes de emergencia" de la República de Weimar, con un toque inequívocamente helenístico. Naturalmente los conos monetarios poseían impresión de origen germano, al igual que la calidad y textura del papel moneda.


SERIE 1940.


Dracma 10   (Pick 314).
Dracma 20   (Pick 315).


SERIE 1941.


Dracma 100   (Pick 116).
Dracma 1.000   (Pick 117).


SERIE 1942.


Dracma 1.000   (Pick 118).
Dracma 5.000   (Pick 119).
Dracma 10.000   (Pick 120).


SERIE 1943.


Dracma 50   (Pick 121).
Dracma 5.000   (Pick 122).
Dracma 25.000   (Pick 123).


SERIE 1944.


Dracma 50.000   (Pick 124).
Dracma 100.000   (Pick 125).
Dracma 500.000   (Pick 126).
Dracma 1.000.000   (Pick 127).
Dracma 5.000.000   (Pick 128).
Dracma 10.000.000   (Pick 129).
Dracma 25.000.000   (Pick 130).
Dracma 200.000.000   (Pick 131).
Dracma 500.000.000   (Pick 132).
Dracma 2.000.000.000   (Pick 133).
Dracma 10.000.000.000   (Pick 134).
Dracma 100.000.000.000   (Pick 135). Máximo valor facial emitido; el reverso es similar al de 50 (Pick 121).



Existe otra serie de billetes, emitidos en 1941 por la OCUPACIÓN ITALIANA sobre territorio griego, e impresos por la Cassa Mediterranea Di Credito Per La Grecia.



Dracme 5   (Pick M1).
Dracme 10   (Pick M2).
Dracme 50   (Pick M3).
Dracme 100   (Pick M4).
Dracme 500   (Pick M5).
Dracme 1.000   (Pick M6).
Dracme 5.000   (Pick M7).
Dracme 10.000   (Pick M8).
Dracme 20.000   (Pick M9).



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